Koinonía 2006-2007

Educar para la justicia 26 Quede claro, no es la persona en función del Estado, sino el Estado en función de la persona. El Papa Benedicto XVI, con la claridad y profundidad que le caracteriza, habló ante los parlamentarios europeos de tres principios, en torno a la dignidad de la persona humana, que bajo ningún aspecto son negociables: 1) El primero, la protección de la vida humana en todas sus fases, desde el primer momento de su concepción hasta su muerte natural. Lo podemos llamar, principio de la defensa de la vida . 2) El segundo se refiere al ámbito familiar: reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia, como unión entre un hombre y una mujer, en el matrimonio, y su defensa ante los intentos de hacer que sea jurídicamente equivalente a formas radicalmente diferentes, oscureciendo su carácter particular y su papel social insustituible. En el V Encuentro Internacional de las Familias, tenido en Valencia, España, en los primeros días de julio, el Papa pronunció una bonita homilía en defensa de la familia, basada en la estructura natural del matrimonio entre un hombre y una mujer. Invito a los profesores y a los estudiantes a leerla y estudiarla. Vale la pena. Lo podemos llamar el principio en defensa de la familia y del matrimonio entre un hombre y una mujer . 3) El tercer principio indicado por el Papa es la protección del derecho de los padres a educar a sus hijos. El derecho primordial de la educación es derecho de los padres. Lo llamaremos el principio en defensa de los derechos de los padres a la educación de los hijos . Son principios, insiste el Papa, inscritos en la naturaleza humana y por lo tanto, comunes a toda la humanidad. No son verdades de fe, aunque sí podemos decir que son verdades que han sido iluminadas y confirmadas por la fe. Pero fundamentalmente pertenecen al ámbito de la razón, y son comunes a todos los hombres.

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