Koinonía 2007-2008

¿Justicia o caridad? Reflexiones sobre Deus caritas est 18 2.- ¿Qué es la justicia? Estamos aquí ante una cuestión decisiva y merece la pena detenerse a desglosar un texto tan rico como el que vamos a leer. “¿Qué es la justicia? Éste es un problema que concierne a la razón práctica; pero para llevar a cabo rectamente su función, la razón ha de purificarse constantemente, porque su ceguera ética, que deriva de la preponderancia del interés y del poder que la deslumbran, es un peligro que nunca se puede descartar totalmente” (DC 28). Pudiéramos pensar que es fácil responder con la noción que tienen todos los hombres y que es formulada lapidariamente en el derecho romano: unicuique suum. Dar a cada uno lo suyo es la fórmula universal de la justicia y bastaría con ello si no fuese enormemente problemático y complejo determinar tanto el unicuique como el suum . No está nada claro quién sea hoy el unicuique , el sujeto de derechos y deberes que llamamos persona, como ponen de relieve abusos e injusticias tan graves como el aborto, la eutanasia, la segregación racial, el tráfico de personas, la clonación, la esclavitud sexual….El concepto de persona , ser que exige un respeto sagrado y absoluto, ser que no tiene precio sino dignidad, suele ser una categoría retórica más o menos vacía, según la conveniencia del ambiente o la concesión de la política del momento, pues cuando no basta ser un cuerpo humano vivo para ser respetado como persona, el respeto moral queda reducido a puro juego de posibilidades en manos del interés y del poder. Tampoco está claro el suum , pues la ceguera ética del momento hace que se tienda a dar al otro sólo aquel mínimo que se viene obligado a conceder por fuerza del poder o del interés. La moral cristiana hace posible la justicia social precisando y llenando de contenido concreto tanto el unicuique como el suum : todo ser humano, independientemente de su fuerza, utilidad o situación, está dotado de la dignidad sagrada e inviolable de persona. Igualmente la doctrina de los derechos humanos es defendida operativamente desde la enseñanza de los deberes humanos, en evidente correspondencia. Los diez mandamientos “nos enseñan al mismo tiempo la verdadera humanidad del hombre. Ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto indirectamente, los derechos fundamentales inherentes a la

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