Koinonía 2007-2008

¿Justicia o caridad? Reflexiones sobre Deus caritas est 17 confirmación procedente de la fe hayan desarrollado en la adquisición de tales convicciones ” 6 Un principio que el Papa recuerda hoy al Estado, después de explicar que no hay injerencia en los asuntos políticos, es precisamente el deber de respetar la subsidiaridad para no caer en el totalitarismo, que paraliza la entera sociedad . 7 “El deber inmediato de actuar en favor de un orden justo en la sociedad es más bien propio de los fieles laicos. Como ciudadanos del Estado, están llamados a participar en primera persona en la vida pública. Por tanto, no pueden eximirse de la «multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común ». La misión de los fieles es, por tanto, configurar rectamente la vida social, respetando su legítima autonomía y cooperando con los otros ciudadanos según las respectivas competencias y bajo su propia responsabilidad” (DC 29). . Subsidiaridad significa que lo que puede hacer el individuo no lo debe hacer un grupo social y que lo que pueda hacer un grupo no lo debe hacer el Estado. Es un principio fundamental recordado constantemente en el magisterio social de la Iglesia, pues depende de su ejercicio tanto el respeto a la libertad y dignidad de las personas como el alcanzar efectivamente el bien común de una sociedad. Si el comunismo cayó por sus errores antropológicos fue fundamentalmente por hipertrofia de un Estado que devoraba tanto la iniciativa social como la libertad personal, enfermedad que está igualmente presente en el mundo capitalista, como puede verse en el colapso del sistema de educación publica del gobierno en Puerto Rico, o en el intento socialista en España de imponer desde el gobierno su desmadre moral a todos los estudiantes. Con todo, además de este respeto recíproco a los ámbitos de autoridad, el político y el religioso, el propio de los ciudadanos y el de los fieles, la búsqueda del orden justo de la sociedad exige de la Iglesia una cooperación imprescindible pues sin Dios no es posible definitivamente fundamentar la justicia. 6 Congregación para la doctrina de la fe (24-XI-2002) Nota doctrinal Los católicos en la vida política 6. 7 “Es cierto que una norma fundamental del Estado debe ser perseguir la justicia y que el objetivo de un orden social justo es garantizar a cada uno, respetando el principio de subsidiaridad, su parte de los bienes comunes. Eso es lo que ha subrayado también la doctrina cristiana sobre el Estado y la doctrina social de la Iglesia” (DC 26).

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