Koinonía 2007-2008

La familia en la cultura puertorriqueña 71 En esta realidad cotidiana, que a todos nos marca con prisas y revuelos existenciales, debemos recordar lo que es esencial: la persona como agente transformador. No el poder, no la economía, no el tener, sino el ser. La autoridad que emana del conocimiento y los comportamientos que emanan de ellos, esos son los factores auténticamente transformadores de la comunidad. Es a esos valores que debemos apostar. Es para y por ellos que vale la pena vivir. Puerto Rico cuenta con una amplia reserva de personas cuya calidad humana es importante y significativa en el escenario social. Los invito a aceptar el desafío histórico de articular un nuevo horizonte cultural puertorriqueño. Como profesionales de la educación, ¿no deberíamos, hoy, apostar por el valor de ser educadores? ¿No debemos comenzar a provocar cambios que nos enriquezcan humanamente? ¿No es hora ya de proponer una revolución, atrevida pero posible, basada en la mejor educación posible de excelencia, de altura, completa, absoluta e innovadora? Propongo este reto a ustedes. Creemos que ya es hora de mirar a la familia como ese elemento transformador, idóneo, e incluso, ¿por qué no?, como elemento provocador de crisis, en el sentido cambio brusco conducente a mejorar al paciente que, en el caso que nos ocupa, no es otro que la familia y la cultura puertorriqueña. Una vez dicho esto quisiera inmediatamente presentarles mi sencilla propuesta para este taller. Los invito a realizar un simple ejercicio de autorreflexión y, a partir de esa reflexión, escudriñar, buscar, identificar y poner en palabras qué sabemos sobre la familia, qué entendemos por el concepto familia. Nuestra intención será elaborar un concepto de familia a la luz de nuestra cultura puertorriqueña, sin dejar de lado, por supuesto, nuestras bases cristianas. El concepto de familia que elaboremos deberá surgir de nuestras propias vivencias y experiencias personales más que de teorías importadas que no necesariamente reflejan nuestro auténtico ámbito social y cultural sino otros ajenos a nuestras propias visiones del mundo. En primer lugar.