Koinonía 2008-2009

22 de conocimiento, que es propio del hombre. Quiere saber qué es todo lo que le rodea. Quiere la verdad. En este sentido, se puede decir que el impulso del que nació la universidad occidental fue el cuestionamiento de Sócrates. Pienso, por ejemplo -por mencionar sólo un texto-, en la disputa con Eutifrón, el cual defiende ante Sócrates la religión mítica y su devoción. A eso, Sócrates contrapone la pregunta: ‘¿Tú crees que existe realmente entre los dioses una guerra mutua y terribles enemistades y combates...? Eutifrón, ¿debemos decir que todo eso es efectivamente verdadero?’ (6 b c). En esta pregunta, aparentemente poco devota -pero que en Sócrates se debía a una religiosidad más profunda y más pura , de la búsqueda del Dios verdaderamente divino-, los cristianos de los primeros siglos se reconocieron a sí mismos y su camino. Acogieron su fe no de modo positivista , o como una vía de escape para deseos insatisfechos. La comprendieron (esta es la Ilustración original) como la disipación de la niebla de la religión mítica para dejar paso al descubrimiento de aquel Dios que es razón creadora y al mismo tiempo razón-Amor . Por eso, el interrogarse de la razón sobre el Dios más grande, así como sobre la verdadera naturaleza y el verdadero sentido del ser humano, no era para ellos una forma problemática de falta de religiosidad, sino que era parte esencial de su modo de ser religiosos . Por consiguiente, no necesitaban resolver o dejar a un lado el interrogante socrático, sino que podían, más aún, debían acogerlo y reconocer como parte de su propia identidad la búsqueda fatigosa de la razón para alcanzar el conocimiento de la verdad íntegra . Así, en el ámbito de la fe cristiana, en el mundo cristiano, podía, más aún, debía nacer la universidad. (…Pero, ya en S. Agustín) la verdad significa algo más que el saber: el conocimiento de la verdad tiene como finalidad el conocimiento del bien . Este es también el sentido del interrogante socrático: ¿Cuál es el bien que nos hace verdaderos? La verdad nos hace buenos y la bondad es verdadera , este es el optimismo que reina en la fe cristiana, porque a ella se le concedió la visión del Logos , de la Razón creadora que, en la encarnación de Dios, se reveló al mismo tiempo como el Bien, como la Bondad misma ” 4 . Recalco dos aspectos: 1) El yo que ama la verdad se refiere ante todo a ella en el ‘conócete a ti mismo’, en la estima-de-sí ontológica, sin la cual no puede estimar nada. 4 Benedicto XVI, “Discurso sobre la Universidad”, que iba a pronunciar durante su visita programada e impedida a la Universidad «La Sapienza» de Roma el 17/I/2008 (cursivas y paréntesis míos). Ampliar la razón para vivir hoy la universidad

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