Koinonía 2008-2009

29 de nuevo en sintonía con su misión (de cara al ideal…). Es responsable de ella quien sabe dar respuestas a sí mismo y a los demás (…porque) busca, además y ante todo responder a Dios, que le ha amado antes ” 7 . Si la libertad no llega hasta aquí, hasta su raíz genética en el infinito, el sentido de lo que se enseña depende de los criterios sociales vigentes y la apuesta educativa, antes que confiar en el corazón vital y exigente del educando, se confía a las técnicas instructivas. “Sólo una esperanza fiable puede ser alma de la educación, como de toda la vida. Hoy nuestra esperanza es acechada por muchas partes y también nosotros corremos el riesgo, como los antiguos paganos, hombres «sin esperanza y sin Dios (real) en este mundo (aquí abajo y no en el Olimpo celeste)»¸ como escribía el apóstol Pablo a los cristianos de Éfeso (Efesios 2, 12). De aquí nace precisamente la dificultad quizá aún más profunda para realizar una auténtica obra educativa: en la raíz de la crisis de la educación se da, de hecho, una crisis de confianza en la vida ” 8 . La esperanza florece mirando el acontecer de presencias reales que atestiguan con su vida el fundamento vivo de su esperanza. En un relato esencial y conmovedor 9 7 Benedicto XVI, “La tarea urgente de la Educación”, carta a la diócesis y a la ciudad de Roma, 29/I/08 (paréntesis míos). -sobre el que volveré- Josef Ratzinger expresa su personal admiración, recepción y proyección del legado de Juan Pablo II, como conjunción entre la pasión por lo humano y la ampliación del horizonte y del método de la razón. La afinidad que reúne a estos dos Papas, como profesores universitarios es, al par, la libertad espiritual y el rigor intelectual para afrontar y expresar las cuestiones antropológicas cruciales del presente histórico. Ambos Papas han compartido y sufrido dramáticamente la gran tragedia del hombre contemporáneo. La vida de ambos se desarrolló en el epicentro donde se realizó el designio inherente a la abolición de la razón para entronizar la lógica pura del poder, en el fenómeno político del totalitarismo como salvacionismo universal por manos propias. La implosión del absolutismo ideológico largamente cultivado a través de una concepción de la razón que se desprende de la realidad para ser maestra de sí misma, cae en la perplejidad respecto a su propia capacidad. Un reflejo de esta capacidad se manifiesta con el crecimiento masivo de la información y de la tecnología pero ligado a la especialización y fragmentación del saber. 8 Benedicto XVI, “La tarea urgente de la Educación”, carta a la diócesis y a la ciudad de Roma, 29/I/08 (paréntesis míos). 9 Josef Ratzinger – Benedicto XVI, Juan Pablo II. Mi querido predecesor , G. Ed. Lumen, Buenos Aires-México, 2007 (cita en el cuerpo del texto: JP, p.) Ampliar la razón para vivir hoy la universidad

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