Koinonía 2008-2009

62 alma, sino que subrayamos el sentido personal de cuerpo). Se es persona como varón o como mujer, y no existe otra forma de ser persona. Por tanto, los actos sexuales realizados libremente con el cuerpo son actos personales; es la persona, como ya vimos, que se está manifestando, que está presente, a través de estos actos; no son solamente algo que realiza con su cuerpo, sino que es la propia persona, en su totalidad, quien está en acto. Tengamos esto en cuenta durante todo lo que sigue. El ser humano, imagen y semejanza de Dios Continuamos desarrollando las ideas de Juan Pablo II. El cuerpo es capaz de hacer visible lo que es invisible, dice el Papa. Primero manifiesta la propia persona, como acabamos de ver; también su dimensión espiritual, lo que es invisible de la persona, queda manifestada a través de los actos personales que realiza con su cuerpo. Más aún, según Juan Pablo II, el cuerpo humano hace visible en el mundo, en cierta manera, el Misterio escondido desde tiempo inmemorial en Dios, y por eso el cuerpo humano es un signo de este misterio 44 . Esto es, el ser humano creado a imagen de Dios, revela a través de su cuerpo, algo del invisible misterio de Dios mismo. Explico más en detalle: el ser humano creado a imagen de Dios, revela a través de su cuerpo –de forma analógica, no significa que sea igual en Dios–, en cierta manera revela algo de lo que es el invisible misterio de Dios. Según San Juan en su Evangelio, Dios es amor; igualmente, San Juan nos dice que el mandamiento del Señor es que nos amemos unos a otros como Él nos ha amado. De acuerdo a la teología del cuerpo, Dios ha inscrito en nuestros cuerpos esa vocación al amor. Esto significa que de alguna manera está inscrito en el cuerpo humano su vocación a amar como Dios nos ha amado; es lo que Él ha hecho al crear al ser humano varón y mujer, al crear al ser humano con un cuerpo sexuado, y llamarlos a ser una sola carne, a formar una comunión de vida. Decimos con esto que el Creador ha impreso en la sexualidad humana una llamada a convertirse en una versión creada de lo que Dios mismo es; la sexualidad le permite al ser humano convertirse en este mundo en una imagen del eterno intercambio de amor de Dios. 44 “El cuerpo […] es capaz de hacer visible lo que es invisible: lo espiritual y lo divino. Fue creado para transferir en la realidad visible del mundo, el misterio escondido desde tiempo inmemorial en Dios, y por esto, ser un signo de ello.” Juan Pablo II, Audiencia General, 20 febrero 1980. La “Humanae Vitae” y la teología del cuerpo en Juan Pablo II

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