Koinonía 2010-2011

Persecuciones y cristianismo burgués Giuseppe Zaffaroni Los mártires cristianos de nuestros días parecen haber sido abandonados también por sus hermanos de Occidente, acostumbrados a un cristianismo intimista y cómodo, que ni siquiera pueden concebir que haya personas todavía dispuestas a dar la vida por Cristo. 25 de diciembre, Filipinas: una bomba es lanzada sobre el tejado de la capilla del Sagrado Corazón en Jolo, región de Mindanao, mientras se celebraba la misa de Navidad (11 heridos). Nochebuena y días siguientes, Nigeria: asaltos a iglesias y otros objetivos cristianos en Maiduguri y alrededor de Jos (86 muertos). Madrugada del 1 de enero de 2011, Egipto: explota una bomba delante de la Iglesia de los Santos en Alejandría mientras la gente está saliendo de la misa (21 muertos y 79 heridos). Son noticias “flash” de los últimos días que deberían estremecer a todos, no sólo a los cristianos. Y, sin embargo, ¿cuánta atención les hemos dado? No se trata de detenernos sobre estos episodios violentos para enfatizar la maldad de los “otros”, los musulmanes: es evidente que se trata de iniciativas de minorías, de grupos terroristas que tienen el interés político de alimentar un clima de miedo, sospecha, hostilidad y división en poblaciones que anhelan la unidad y la convivencia pacífica. Estar frente a las crecientes manifestaciones de cristianofobia (término oficialmente utilizado por primera vez en una resolución de la ONU en el año 2003) sirve antes que nada a nosotros los cristianos de Occidente, tan aletargados y aburguesados, que nos resulta casi imposible aceptar que todavía estamos en tiempo de mártires. La visión de manchas de sangre y carne humana despedazada contrasta demasiado con el clima navideño que el poder económico nos ha preparado y confeccionado. Preferimos pensar en un cristianismo “espiritual”, azucarado, hecho de buenos sentimientos y emociones bonitas, un cristianismo que no fastidia a nadie, porque de entrada no nos “fastidia” a nosotros mismos. Nos estamos acostumbrando a un cristianismo intimista, tan bien acomodado en las reglas y en lo políticamente correcto que ya no tiene incidencia en Giuseppe Zaffaroni es Director del Instituto de Doctrina Social de la Iglesia y profesor de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.

RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=