Koinonía 2014-2015

20 koinonía | anuario 2014-2015 La muerte de un bebé presenta unos retos paradójicos a nivel cognitivo y social que se perciben de manera contranatural. Ideas como que la muerte pueda ocurrir antes del nacimiento, de pasar por un proceso de gestación y terminar sin bebé y de que los padres sobreviven a los hijos son difíciles de concebir especialmente en esta era de alta tecnología. Para la mujer, la pérdida de un bebé le puede provocar un cuestionamiento de su rol social y de su habilidad de gestar y parir un bebé saludable. Para la pareja puede ser difícil reconocer la pérdida cuando no existe una ausencia dramática y concretadel ser quemurió. Adiferenciade lamuertedeotro familiar, las madres y padres que experimentan una pérdida perinatal han tenido muy pocas, si alguna, experiencia directa con el infante. No han logrado crear memorias que puedan ayudar más adelante en el proceso de duelo. La única imagen física de su bebé con la que cuentan muchos padres es la foto de un sonograma. A pesar de que muchos padres relatan un sentido de agradecimiento al tener fotos de su bebé luego del alumbramiento, esta práctica no es una común en los hospitales en Puerto Rico y, a muchos, no se les ofrece esta alternativa. Socialmente, un bebé que no nació con vida no se reconoce. Su falta de reconocimiento social es tal que en nuestra lengua materna no tenemos una palabra para llamar a las madres y padres que han vivido esta experiencia. El bebé no nacido no se considera como una persona que ocupa un lugar social visible. En las muertes que ocurren durante la primera etapa de gestación, se le refiere en el ámbito médico como un ‘producto’ y no como un ser humano. No se permite su registro en el Departamento Demográfico invalidando su existencia. Para estas pérdidas tempranas no existen rituales ni funerales que permitan amortiguar el dolor de la pérdida y compartirla con familiares y amigos. Esto reduce la oportunidad de apoyo, cuidado y compasión que puedan recibir los padres complicando así su duelo (Kesrting & Wagner, 2012). El proceso de duelo perinatal puede manifestarse en síntomas