Koinonía 2014-2015

31 instituto de doctrina social de la iglesia | pucpr preguntaba si todavía estaba durmiendo, si era esto un mal sueño, de por qué nos pasaba esto... por qué, por qué. Y en este momento también se dificultaba verbalizar porque no había pensamientos concretos, había muchas palabras sueltas, muchos sentimientos aflorando. Recuerdo que en un momento mi hermana me preguntó qué necesitaba y le contesté que una libreta porque a lo largo de mi vida usualmente se me hacía menos doloroso escribir sobre emociones fuertes que decirlas. Pedí una libreta y recibí dos, una me la compró mi mamá al salir del hospital y la otra la trajo mi hermana en la tarde. Y empecé a escribir poemas, la historia y posteriormente reflexiones. Así que en este momento no hablaba mucho, principalmente escribía. Otra posible razón del silencio es que no nos gusta mostrar nuestras debilidades, no queremos vernos vulnerables ante los demás. Pero no nos damos cuenta que el llevar el duelo es parte de un proceso natural para poder aceptar la separación física de un ser amado. De que somos humanos y es totalmente comprensible el dolor. Y el silencio puede deberse también a nuestro deseo de no incomodar a la gente a nuestro alrededor o del deseo de la gente a nuestro alrededor de no incomodarnos a nosotros. De pensar que mencionar a nuestro hijo nos traerá tristeza por recordarnos su muerte, sin percatarnos de que realmente lo que nos dejan saber es que recuerdan su vida. De que recuerdan que nuestro hijo vivió y existió, de que aún vive y existe, y existirá siempre en nuestra mente y en nuestro corazón. Y ¿por qué romper el silencio? En el inicio, el mensaje que puse en Facebook fue por sentido práctico. Quería dejar saber la noticia para minimizar las preguntas que recibirían una respuesta potencialmente incómoda. En parte también ese mensaje fue un llamado de auxilio, no podía comprender lo que estaba pasando, necesitaba procesar la noticia y necesitaba toda la ayuda que Dios pudiera enviarme. Y fue llegando la luz en mensajes de consuelo y aliento. Así que otra razón para romper el silencio es que ayuda