Koinonía 2014-2015

78 koinonía | anuario 2014-2015 propia libertad y los proyectos de vida que con ella se quieren llevar a cabo? En la situación de absoluto relativismo moral en que vivimos, parece que no se pueda decir a nadie que está mal lo que está haciendo. Hoy quedamos aterrados frente a ciertos asesinatos, pero también un tiempo nos quedábamos todos horrorizados frente al fenómeno del aborto, del incesto o del bestialismo… ¿Es solo cuestión de tiempo? Hay algo que no funciona en esta concepción de la libertad. No se puede afirmar que no disponemos de criterios para decir que algo es bueno o malo y que lo esencial es que una acción se haya llevado a cabo libremente ( Brittany e incesto ), y luego escandalizarnos por los frutos extremos de esta misma lógica ( matanza de Guaynabo ). “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”. Pero la libertad empieza a existir allá donde hay la capacidad de distinguir entre bien y mal: si todo vale lo mismo, ¿para qué sirve la libertad? Un acto no es bueno porque es libre, sino porque elige algo bueno. Necesitamos el valor de responder personalmente y socialmente a esta pregunta: ¿existe algo más grande que nuestra libertad, algo que no está a la merced de nuestras decisiones? No para limitar nuestra libertad, sino para que nuestra libertad tenga sentido. (Artículo publicado en El Nuevo Día , 27 de noviembre de 2014, p.80)

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