Koinonía 2015-2016

21 instituto de doctrina social de la iglesia | pucpr modificando los pesos y la situación de los sacos, en función de la forma que deseaba, y llegó a construir el pórtico de entrada y la cripta o iglesia inferior, siguiendo el resultado de la maqueta. Así, no sólo ideó un sistema de cálculo, sino que comprobó también que era posible la construcción de columnas inclinadas y paredes curvas. La experiencia de la Colonia Güell le sirvió a Gaudí para proyectar la estructura de las naves de la Sagrada Familia, que sigue la misma idea de recoger con columnas inclinadas el peso de las bóvedas y cubiertas y conducirlo directamente a los cimientos, pero con un sistema estructural más evolucionado: los árboles estructurales. Las columnas inferiores se bifurcan por encima de nudos o capiteles en dos ramas que después se ramifican a distintas alturas en las columnas más altas de la bóveda central o de la lateral, que tienen la inclinación adecuada para soportar perfectamente, cada una pequeña parte de bóveda y de cubiertas. Los espacios de las bóvedas situados entre las columnas se convierten en lucernarios o claraboyas que aligeran el peso de la bóveda y permiten la entrada de luz cenital. Los árboles crecen hacia arriba en busca de luz. Cada una de las columnas tiene la dimensión y la inclinación adecuadas al peso que soporta. Los árboles estructurales que vemos construidos en las naves son los elementos de apoyo del edificio. Por esta razón, los ventanales y las fachadas de las naves pueden ser ligeros y llenos de aberturas para permitir una generosa entrada de luz. Casi todas las columnas son inclinadas. Cuando a Gaudí le preguntaban por qué construía columnas inclinadas respondía: “Por la misma razón que el caminante cansado, cuando se para, se apuntala con el bastón inclinado, ya que en posición vertical no descansaría ”.

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