La convocatoria de una semilla: Fundamentos y dinámicas del desarrollo constitucional de Puerto Rico | Cuarta Edición

177 la convocatoria de una semilla: fundamentos y dinámicas del desarrollo constitucional de puerto rico parte de instrumentar la decisión puertorriqueña. La razón por la cual el Congreso se resiste a ese mecanismo procesal es que no está dispuesto a comprometerse con otorgar la estadidad a Puerto Rico. 322 Más adelante, al examinar lo sucedido en 1993 reflexionó: Estamos nuevamente en pleno imperio del cainismo político puertorriqueño. Una situación que se tornará más peligrosa a medida en que extienda a largo plazo, se convertirá en disolvente de la capacidad del estado de articular propósito colectivo para enfrentar los retos de nuestros tiempos. Las fuerzas políticas del país tienen la capacidad de bloquearse y evitar todo progreso e incluso producir un retroceso en nuestro desarrollo político. Ésa ha sido la historia de la última mitad de siglo, con la excepción del periodo de 1989 al 1991 cuando por lo menos se trabajó unidos, dando codazos hacia un mismo fin. 323 Esa reflexión de hace casi veinte años tiene hoy, como ayer, una gran vigencia sobre lo sucedido en las últimas décadas. los plebiscitos de 1967 a 2012 El tema del status es recurrente en la política puertorriqueña. Aunque consecuentemente las encuestas reflejan la poca prioridad del tema en el electorado, este tiene gran prioridad en el liderato político del País. Además de que dos de los tres partidos principales, el PNP y el PIP, se agrupan y existen a su alrededor. Un estudioso ha dicho que dicho tema es el rito de entrada en la política del liderato principal en la Isla. El tema del status define la razón de ser de gran parte del liderato, y ello explica la distancia entre el pueblo y sus líderes. 324 322 Ibíd ., p. 481. 323 Ibíd ., pp. 486-487. Véase también del mismo autor Contra viento y marea, supra . 324 Mi recuerdo es que fue el decano de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico, Robert Anderson, quien articuló esa teoría. Al analizar la batalla del tema del status de 1989 a 1991, el gobernador Rafael Hernández Colón hizo una expresiones reveladoras que tienden a confirmar la tesis de Anderson: «Para mí, el desenlace de la gestión congresional representó una desilusión muy grande, pues había tomado la decisión de postularme sólo por dos mandatos más y una de mis grandes aspiraciones al entrar en la vida pública consistía en ayudar al país a resolver su problema de status. Eso no habría de ser, por lo menos en cuanto a que se produjera una solución definitiva». Rafael Hernández Colón, «Reflexiones sobre la autodeterminación puertorriqueña», supra , p. 482.

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