Mensaje de la Madre Teresa de Calcuta en la UCPR (5 de julio de 1986)

9 mensaje de la madre teresa de calcuta en ocasión de su visita a la universidad católica de puerto rico el sábado 5 de julio de 1986 mensaje de la madre teresa de calcuta pronunciado el sábado5de juliode1986enlauniversidadcatólica de puerto rico al conferírsele undoctoradohonoris causa en humanidades Pidámosle a Nuestra Señora que nos regale su corazón tan hermoso, tan puro, tan inmaculado, su corazón tan repleto de amor y de humildad, para que estemos dispuestos a recibir a Jes s como el Pan de Vida; amarlo como ella lo amó y servirle en la desoladora imagen de los pobres más pobres. Estoy muy agradecida del Presidente y de toda la Universidad Católica de Puerto Rico por haberme conferido este doctorado honorífico y acepto el mismo para la mayor gloria de Dios y en nombre de nuestra gente: los pobres más pobres. Leemos en el Evangelio que tanto amó Dios al mundo que nos dio a Jes s a través de la purísima Virgen María, y Ella, al recibir a Jes s, fue apresuradamente a transmitir el amor de l a su pueblo. Ella fue a su prima Isabel a servirle. A servirle a ella como su sierva. Ella, la Madre de Dios, en la casa de Isabel trabajó como una sierva. Y al llegar Ella ocurrió algo sumamente misterioso; el pequeño en el vientre de su madre Isabel saltó de alegría. Extraño que Dios usara a una criatura por nacer como el primero que reconociera la Persona de Cristo. Hoy sabemos cuántas cosas terribles están ocurriendo al niño por nacer. Sabemos cómo el niño por nacer es no deseado, no amado, y cómo se le descuida. Sabemos que el niño por nacer es asesinado por su propia madre; destruido por su propia madre; no deseado por su propia madre. Así, hoy el aborto se ha convertido en el mayor destructor de la paz, porque destruye el amor de la madre por su hijo. Destruye el hermoso regalo de Dios que es un niño.

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