Revista Horizontes: primavera/otoño 2013 | Año LVI-LIX Núms. 108-115

En su primer cantar, el Cristo Crucificado en todos los Gólgota del Planeta, encarna a ese doliente pueblo de San Salvador: "Pupilas llenas de sangre, brazo y pierna mutilados, bayonetas fratricidas de guerrillas y soldados. Salvador, llevas el nombre de Jesús crucificado, cargas la cruz de tu historia, mana sangre tu costado." Al Cristo que vive y ella siente palpitar en su corazón, lo ve en su ternura de inocente recién nacido: "Jesusito, pedacito de carne de níspero maduro, con tus dos semillitas visionarias debajo de tus párpados dormidos, con tu pelo en rosquillas de una seda abrasiva y tus manos de gloria, tostaditas de sol." Ese Jesusito puertorriqueño de su "Patria del Siglo XX", llora en su cuna de paja, porque sus semillitas de níspero pueden ver con claridad todo el dolor que le espera en su pasión. Los últimos versos leen: "lloró por la ignorancia que conduce al error; y por los siete velos del baile endemoniado que le causó la muerte a un noble portavoz. Lloró por la injusticia vestida de justicia. Lloró por la traición en el beso de Judas y por la procedencia de las treinta monedas; lloró por … los tres clavos y la tiara de espinas y lloró por el cáliz que debería beber; y lloró por la muerte de tanta carne muerta. Entonces, su María lo tomó entre sus brazos, le dio zumo de seno, y el Niño sonrió!." El ser profundo de la poesía se desdobla en el realismo mágico de la voz lírica de su "Intima", del poemario "Ciega iluminación" : "Corre descalza por las espinas de la corona de ese cristo pagano, derribado y pisoteado sobre el asfalto podrido de la ignominia… Le besa las heridas de los clavos en sus manos y le alivia el dolor de su costado; y, entre la sangre, sudor y lágrimas, le besa el rostro al propio Nazareno…"… y sabe que no hubo sólo uno; que son innumerables los cristos clandestinos, infinitos los cristos que caminan descalzos entre las magdalenas y las espinas…" En el 1983, después de establecida la irreversibilidad de la ceguera física por el Dr. Frank Fankhauser, en Berna, Suiza, florecieron en el alma de la poeta los versos de mi "Clara canción de terciopelo y ónix. Que comienza: "Clara quiere cantar, que Clara melodía, clara canción que el ónix terciopela, claro cantar que clara lunanegra y que la noche negra, negra que mediodía…" y concluye: "Clara quiere cantar, ónix y terciopelo, Clara quiere cantar, cantar que yo no quiero. Yo prefiero cantarle a los luceros; claros soles de sombra alabastrina, que aroman que campanas cristalinan su cielo que perfuman de gardenias, entre plateadas cintas, que Clara lunanegra." En algún momento o en varias ocasiones en la vida de la poeta, se pasa balance, como en "Mi ruta", "Amiga mía", "Punto y aparte", "Resignación" y varios otros que el lector encontrará a lo largo del camino recorrido o recurrido, del tingo al tango y del tango al tingo, entre Lucas y Juan Mejías … y vice-versa, como decía la Titi Belby, la que se crio en la Hermana República. A los postres de una degustación gourmet, debe libarse un buen licor digestivo. La voz lírica lo provee en el poema final de esta presentación, "Será la Aurora"." Para alcanzar la Aurora, es necesario treparse hasta la sima de la noche; noche oscura, preñada de visiones, en galaxias de luna y nube negra. Logramos la grandeza del misterio, en el hueco profundo de la noche, cuando el soma disuelve su soberbia en el hondo terciopelo del silencio. Pero el ruido, que invade los espacios con sus pueriles notas de estridencias, le ha acallado las voces al silencio, que nacerá de nuevo, con la Aurora. Será la Aurora el día en que amanezca el verdadero Dios en nuestros corazones. El Dios de amor, el real, Yo Soy, Tú mismo, que estás aquí y allá y donde quieras, adentro, bien adentro, y allá afuera, y en todas las posibles dimensiones, y en todo lo que vibra con la vida, hasta en la dura piedra, conmovida." *Síntesis de una reflección presentada en tarima por su autora, el viernes 16 de marzo, a las 2:00P.M., en el Parque Ferial de Ensenada, Guánica, como parte de la Segunda Feria del Libro, durante el Cuarto Encuentro del colecctivo El Sur Visita al Sur, que preside la Lcda. Virginia Díaz Sánchez. (completado en Ponce, Puerto Rico, el 13 de marzo de 2012.) Completado en Ponce, Puerto Rico; 13 de marzo de 2012. RIOS TORRES, RICARDO ARTURO. LA EPICA DE LA SOBERANIA . PANAMA: GEMINIS, 2013. ISBN: 978-9962-646-74-7, 124 pp. Dr. Humberto López Cruz University of Central Florida El ensayo ha sido denominado como uno de los géneros literarios más poderosos a la hora de arremeter contra postulados e instituciones que insisten en permanecer intocables. A través de su historia en las letras, América Latina ha inscrito su palabra en la ensayística de la región contribuyendo, de este modo, a presentar una literatura contestataria que necesita ser escuchada. Durante los eventos que jalonaron su soberanía y su afirmación como entidad independiente, la región vio surgir prominentes ensayos que aún mantienen su actualidad cívica. Es por eso que esta expresión escrita del individuo, a pesar de contar con un alto grado de subjetividad, puede muy bien representar la autenticidad de sus autores y, al mismo tiempo, proyectar la nación de donde provienen. No es el propósito de esta recensión llevar a cabo un rastreo del ensayo en la región latinoamericana; área geográfica que, como se dijera con anterioridad, no ha sido parca en la profusión e intensidad de este género. De hecho, el horizontes@pucpr.edu Años LVI-LIX Núms. 108-115 Horizontes – primavera / otoño 2013-2016 78

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