Revista Horizontes: primavera/otoño 2011 | Año LIV Núms. 104-105

21 EL EFECTO DEL TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE ESTADOS UNIDOS CON CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA (DR-CAFTA) EN EL DESARROLLO ECONÓMICO DE PUERTO RICO Greighton Francisco Torres Rodríguez Departamento de Ciencias Sociales Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico Resumen: Para establecer el DR-CAFTA, Estados Unidos comienza las negociaciones en enero de 2003 y se logró el bloque con El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, y con Costa Rica en enero de 2004. Durante el 2004 comienzan las negociaciones con la República Dominicana, que no formó parte del bloque negociador. En mayo de 2004, Estados Unidos y el bloque comercial centroamericano firmaron los términos acordados en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, DC. Luego, en agosto de 2004, el gobierno dominicano realizó lo mismo. Se analiza el efecto en Puerto Rico, considerando aspectos económicos y laborales, ya que junto a las Islas Vírgenes de EE.UU . son los puertos estadounidenses más cercanos a la región. Se auscultan las medidas para mantener la competitividad de empresas locales, la política pública y opinión de las empresas locales, las limitaciones u oportunidades legales y económicas. Introducción El Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos, Centroamérica y la República Dominicana (DR-CAFTA) se desarrolla con el fin de eliminar de inmediato el ochenta por ciento (80%) de los aranceles sobre las mercancías estadounidenses en Centroamérica. Este mercado exportador (DR-CAFTA) es clave para los sectores industriales (estadounidenses) tecnológicos, agrícolas, papeleros y de construcción. Entre los bienes exportados por los Estados Unidos a la zona DR-CAFTA están el algodón, el trigo, los cortes de carne de alta calidad, soja, vinos y otros frutos. Además, mediante este tratado se firmó un Acuerdo de Cooperación Ambiental, que se basa en obligar a los países firmantes a cumplir sus leyes ambientales y ajustar sus sanciones al derecho internacional. Estos acuerdos surgen como resultado de la globalización y los nuevos retos que encara el post- modernismo. Por tales razones, los gobiernos comienzan a realizar estos tratados de libre comercio y adoptan leyes para promover el comercio internacional. Además, buscan la mayor uniformidad en materia de relaciones laborales y ambientales, teniendo normas en los acuerdos que vayan acorde a las leyes individuales de cada país signatario. Esto afecta en muchas ocasiones a Puerto Rico, ya que algunas empresas se establecían en nuestro país para tener las mismas disposiciones legales de los Estados Unidos con una menor inversión económica. Ahora con el tratado, al establecerse en Centroamérica y/o República Dominicana, tienen ventajas comparativas a las de Puerto Rico, pero con cantidades extensas de terrenos y mano de obra más económica. Si el Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico no toma medidas para que nuestros productos y empresarios compitan saludablemente, el desarrollo de estas industrias en Puerto Rico será afectado en forma negativa, incrementando la importación de productos agrícolas al archipiélago puertorriqueño. Los Estados Unidos han mantenido una política de aprobación y auspicio al libre comercio por más de sesenta (60) años, con la creencia de que el comercio internacional y la reducción de obstáculos al comercio crean puestos de trabajo, fomenta el desarrollo y reduce la pobreza en el mundo. El Gobierno Federal luego de la Segunda Guerra Mundial se adhirió al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). El GATT promovió el crecimiento económico y de nivel de vida por más de cincuenta (50) años, aunque fue creado con un fin temporero. El actual sucesor del GATT; la Organización Mundial del Comercio (OMC) continúa con esas funciones de una manera más ordenada, ya que la organización cuenta con una estructura institucional para dirigir y supervisar los acuerdos comerciales en todo el mundo y sirve como foro para solucionar disputas comerciales entre los países. Estados Unidos, siguiendo su tradición de apoyo al libre comercio, busca colaborar con otros países, acuerdos para mejorar la OMC y crear tratados más abarcadores. Con esta meta es que los Estados Unidos crean tratados de libre comercio (TLC) con países en desarrollo, como es el caso del DR-CAFTA. En muchas ocasiones, para los Estados Unidos de América, el comercio exterior ha sido una prioridad para el presidente de turno, el pasado presidente se expresó sobre esto: “El comercio abierto alimenta los motores del crecimiento económico que crean nuevos puestos de trabajo y nuevos ingresos. Aplica el poder de los mercados a las necesidades de los pobres. Impulsa el proceso de reforma económica y jurídica. Ayuda a desmantelar las burocracias proteccionistas que anulan los incentivos y fomentan la corrupción. Y el comercio abierto refuerza los hábitos de libertad que sostienen a las democracias a largo plazo” (Bush, 2001). La propuesta del Gobierno Federal para crear un TLC con Centroamérica ocurrió durante los primeros meses del año

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