Primavera otoño 2019 (Año LXII Núms. 120-121)

horizontes@pucpr.edu Año LXII Núm. 120-121 horizontes PRIMAVERA/OTOÑO 2019 PUCPR 5 Nada hay más justo que dejar en punto de verdad las cosas de la historia, ya que en tanto que consigamos los hijos de Cuba nuestras libertades, la limpidez de nuestra historia y la bondad de los hombres son la, única patria que tenemos (José Martí). Ha pasado más de medio siglo desde la madrugada del 31 de diciembre de 1959 fecha del triunfo de la revolución. Posteriormente el grupo de Sierra Maestra con el respaldo de los soviéticos dio un golpe de estado a los grupos con los cuales había compartido el poder, desarrollando una ideología comunista, atea, fundamentada en la lucha de clases, el odio y la desconfianza entre hermanos. En la Cuba contemporánea la nueva política económica que propulsa la clase gobernante cubana apunta hacia la apertura económica de forma limitada, he intenta atraer un incremento en las inversiones de empresas foráneas, conservando a su vez la estructura gubernamental y los valores revolucionarios. En definitiva cambios económicos limitados a micro empresas que cualifiquen y veda a cambios políticos y sociales del país caribeño con el propósito obvio de resguardar la hegemonía política del partido único de gobierno controlado a su vez por la cúpula del poder militar los llamados comandantes, que han dirigido de forma totalitaria el destino del país caribeño durante más de medio siglo, formando los últimos una nueva y privilegiada casta social con acceso exclusivo al uso y disfrute de la riqueza del primer país socialista de las Américas, “el supuesto paraíso de la clase trabajadora.” ¿Serán los cambios económicos en curso la respuesta adecuada a las expectativas de la sociedad civil cubana? Con relación al tema que nos ocupa, llama mi atención una simple pero muy profunda frase pronunciada por su Santidad Juan Pablo II, durante su visita a Cuba a finales del mes de enero de 1998, mediante la cual exhorta al pueblo cubano a regresar a sus raíces, porque en ello encontrará su libertad, lo cual, a su vez, por analogía, nos llevaría a un desarrollo sustentable. Para comprender a cabalidad el profundo mensaje de su Santidad ante-puesto al plan estratégico de cambio económico del Gobierno cubano tendríamos que considerar lo siguiente: según Raúl Rojas Soriano, la persistencia de los problemas propios del subdesarrollo es el resultado del irracional e injusto proceso de producción, distribución y consumo de los bienes y servicios. Lo expuesto equivale a que es necesario estudiar la problemática social de un país antes de establecer los criterios para la solución del problema. Los cambios socio económicos propuestos en Cuba, tendrán, por tanto, que ser analizados enfocando la problemática social del país desde una perspectiva global, considerando la sociedad como un todo, según su dinámica y vínculos internos y externos de su devenir histórico. El mensaje papal a su vez, deriva su fuerza del análisis y la reflexión, en la medida en que el pueblo regrese a sus raíces históricas y comprenda su rol de la comunidad interna y externa. Sólo así podrá tomar las riendas de su destino socio-político y económico de forma efectiva. Es de primordial importancia que el pueblo cubano regrese entonces a sus raíces al analizar la propuesta económica que le ofrece el gobierno, para la cabal comprensión de su problemática. No sería posible analizar las raíces político- sociales y económicas de la República sin estudiar el Ideario Político Cubano que empieza con el Padre Félix Varela durante la primera mitad del siglo 19 de quien se dice, “fue quien enseñó a pensar al pueblo cubano,” y culmina con José Martí, padre de la República de Cuba, durante la segunda mitad del siglo 19. Tanto el Padre Varela como Martí, según nos dice Emilio Roig de Leuchsenring, desarrollan una común actitud que los identifica, y es el afán renovador en todos los campos del saber y el hacer cultural, social, político. Veamos, nos dice el Padre Varela que: la tierra, el país, al pasar por la conciencia de los hombres se convierte en la patria. “No hay patria sin virtud.” Varela, publica en 1818 Apuntes Filosóficos y Lecciones de Filosofía . Se hicieron varias ediciones

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