Revista Horizontes: primavera/otoño 2017 | Año LX Núms. 116-117

79 miles de nombres se sacaron de las urnas, algunos buenos o a los que doña Corrupción y don Dinero, les lavaron el cerebro, y con ello, la moral, para que cayeran en este desastre sin precedentes de justicia social” (p. 21). Nación Boricua Sus alusiones a la Biblia, al taíno, a la mitología griega y taína enaltecen nuestra posición en la jerarquía de las naciones que constituyen nuestro legado genealógico e histórico. “La nación” evoca resonancias de Luis Lloréns Torres en “El Patito feo” y otros poemas equidistantes con esa realidad de nuestra nacionalidad. Se conduele de la emigración boricua a otros lares norteños y de otras tierras: “Esta isla está condenada al destierro. El santuario se ha llenado de escombros” (p. 14). Esboza claramente el pensamiento de que el pueblo boricua no tiene escapatoria, a pesar de la nobleza de sus orígenes: “Y ya no se construyen arcas de Noé” (p. 14). Enmarcado nuestro destino desde las lejanas tierras del Peloponeso hasta las ansias de un pueblo humilde y guerrero liderado por Agüeybaná II, Segarra Báez remacha su posición hacia nuestras raíces taínas: “Somos juracánicos por derecho y convicción. Somos hijos del Yunque y la guanábana” (p. 15). Pero por más que nos pinten y despinten, “.. no somos hijos del esclavo blanco-yanqui” (p. 15). Detalles adicionales Segarra Báez posee el dominio sobre el vocabulario empleado. Sus alusiones a la Biblia, al taíno, a la mitología griega y taína, las citas que recoge de los escritos de Pedro Albizu Campos, José Campeche, José Lezama Lima, Julia de Burgos, Abelardo Díaz Alfaro y otros fortalecen su pensamiento poético. Alude, por ejemplo, al Estado Libre Asociado de esta manera: “Hace más de cincuenta años que este barco se fue para no volver…” (p. 22). En alusión al apagón del 21 de septiembre de 2016 “Esta política está contaminada se vendieron las almas, los clavos de la cruz, todo se hizo detrás de nuestras espaldas y bajo el apostolado santo de un apagón” (p. 23). De sus símiles se depende una voz con autoridad para expresar poéticamente lo que el pueblo quiere decir y no se atreve. Éstas producen un efecto de comparación que permiten explorar nuevas vertientes de esas realidades: “Pero este gobierno se forma como un cementerio constante, Que grita como un cónclave sin alma…” (p. 50) “Luego los mártires caen, como palabras viejas…” (p.32) Sus metáforas adentran al lector en un mundo de clarificación verbal dentro de la realidad que se vive actualmente. “Al político del último banco” (p. 51) “…más pudo el huracán del Norte, Que la tierra promisoria del Sur” (p. 14). “La política es una navaja de doble filo” (p. 30). “Los políticos son tiburones voraces…” (p. 30) “Las mujeres son las flores de la tierra…” (p. 35) “Naufragamos en un mar de calabazas políticas” (p. 41). “… se hace mi verso Un terremoto con furia de huracán” (p. 59). Otra figura retórica que utiliza con acierto es la personificación. En éstas, su vocabulario es contundente. Se asoma a una realidad política y de índole moral para presentarla desde un marco de referencia llamativo y hasta irónico. “La blasfemia se ha tendido sobre la yerba, Para bañarse en un laberinto…” (p. 14) “… se desvistieron las urnas…” (p. 16) “Ahora escuche como gime la naturaleza…” (p. 24) “Y sobre el Mar Caribe, Se está vistiendo Un huracán” (p. 24). Segarra Báez aporta a nuestra literatura un ejemplo de gran lirismo y de fuerte contenido de entrega social a su patria, pretendiendo en todo momento poner el dedo sobre la llaga a la par con posibles soluciones para estos “hijos del desastre”.

RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=