114 pontificia universidad católica de puerto rico que el estudio de Lin et al. (2011) destacaba la importancia de los beneficios marginales para poder atraer al mejor talento humano para laborar en las organizaciones. Siguiendo este estudio, puede inferirse de los resultados que la generalidad de las organizaciones en el país tendrá serios problemas en reclutar el personal que necesita para el funcionamiento de sus organizaciones, particularmente en un tiempo marcado por la escasez de recursos humanos. De acuerdo con los resultados hallados por Vera et al. (2020) los varones percibieron mejores beneficios marginales en comparación con las mujeres del estudio, así como una tendencia a percibir que sus organizaciones laborales les proveían niveles mínimos de beneficios marginales. “Los investigadores interpretan que dichos beneficios marginales se encontraban en niveles muy cercanos a los requeridos por la ley, pero muy por debajo de las mejores prácticas observadas por las organizaciones más ejemplares en este renglón” (Vera et al., 2020, p. 78). Cabe mencionar que en el Adeoye y Obanewo (2019) consideran que las organizaciones que brindan beneficios marginales adecuados tienden a presentar mejores niveles de compromiso por parte de sus empleados. Por último, la variable innovación fue medida únicamente entre trabajadores que laboraban en la modalidad remota/mixta. Estos percibieron que sus organizaciones promovían la innovación particularmente mediante el uso de la tecnología. Estos hallazgos resultan ser contrarios a los hallados por Vera et al. (2020), pues en su libro estos reportaron que los trabajadores no percibieron que sus organizaciones fomentaran adecuadamente la innovación. Esto puede ser explicado gracias a los cambios ocurridos por la pandemia, pues debido a ello, muchas organizaciones incorporaron recursos tecnológicos, principalmente para aquellos trabajadores que tuvieron que comenzar en modalidad remota/mixta. Con respecto a la percepción de los factores laborales durante la pandemia provocada por el COVID-19, la primera variable estudiada fue la de las dificultades encontradas en balancear el trabajo y la vida familiar. Ambos grupos de trabajadores estudiados manifestaron dificultades en balancear las mismas. Se encontraron, como era de esperarse, mayores dificultades en este renglón entre los trabajadores que laboraban de manera remota/mixta. Estos resultados son cónsonos con los del estudio de Lizana y Vega Fernández (2021).
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