Razones para la esperanza: solidaridad, subsidiariedad y bien común

30 actas del segundo congreso católicos y vida pública al propio egoísmo”. 7 Sobre esta referencia al egoísmo me permito aquí hacer una reflexión sobre un pasaje del evangelio de San Mateo 6, 25- 33 donde Jesús dice palabras sobre la providencia, sobre el cuidado de Dios sobre el mundo: “no anden preocupados por su propia vida, qué comerán […] Miren las aves del cielo no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, y su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellos? […] Busquen primero el reino de Dios y su justicia y todo esas cosas se les darán por añadidura”. Pongámonos en el absurdo que algunas aves del cielo, [y pienso aquí que podrían ser símbolo de los ángeles, por eso no dice las aves del campo] hubieran creado graneros, la consecuencia sería el acaparamiento de alimentos y la abundancia para unas y la escasez para otras. Pero como Dios dejó para todas o da cada día para todas y no tienen ambición no fue necesario. En cambio los hombres han creado graneros multinacionales, graneros bancarios, graneros alimentarios, graneros petroleros, graneros de oro y plata, graneros madereros, graneros de animales y hasta de flores, más un largo etcétera, el plan descrito por Dios se ha alterado. La paradoja es que ante la terrible pregunta de Jesús: ¿No valen ustedes más que ellos?, s e hace evidente que la ambición ha dominado la razón, la voluntad y ha olvidado la fraternidad y solidaridad alterando el plan de Dios. Por eso el Papa Francisco recuerda que “el asesinato de Abel por parte de Caín deja constancia trágicamente del rechazo radical de la vocación de ser hermanos. Su historia (cf. Gn 4, 1-16) pone en evidencia la dificultad de la tarea a la que están llamados todos los hombres, vivir unidos, preocupándose los unos de los otros […] El relato de Caín y Abel nos enseña que la humanidad lleva inscrita en sí una vocación a la fraternidad, pero también la dramática posibilidad de su traición” 8 la interdependencia, como actitud moral y social y como virtud, es la solidaridad . Juan Pablo II señala que: “Ante todo se trata de la interdependencia, percibida como sistema determinante de relaciones en el mundo actual, en sus aspectos económico, cultural, político y religioso, y asumida como categor ía moral. Cuando la interdependencia es reconocida así, 7 Juan Pablo II. Sollicitudo rei sociales. Nmro. 26 8 Francisco. Mensaje citado. Nmro. 2s.

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