Razones para la esperanza: solidaridad, subsidiariedad y bien común

80 actas del segundo congreso católicos y vida pública El bien común es el “fin de la vida buena con otros y por otros, en el ámbito de las instituciones justas”, según lo definió P. Ricoeur. La idea de bien común es próxima a las estructuras de vida común. Dice E. Zamagni: “El bien común es el bien de la relación misma entre las personas, teniendo presente que la relación de las personas se entiende como bien para todos aquellos que participan en la relación”. Tanto el magisterio como los estudiosos señalan que el concepto de bien común es la clave de la vida y por tanto de laDSI. GS 74 afirma que “la comunidad política nace, pues, para buscar el bien común, en el que se encuentra su justificación plena y su sentido, y del que deriva su legitimidad primigenia y propia”. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia añade que “como el actuar moral del individuo se realiza en el cumplimiento del bien, así el actuar social alcanza su plenitud en la realización del bien común. El bien común se puede considerar como la dimensión social y comunitaria del bien moral”. El bien común es el fin de la sociedad y, como tal, el criterio para determinar la moralidad en el ámbito de la política. En este sentido es necesario establecer una definición del bien común político: el bien de una comunidad política que de hecho está integrada por personas con concepciones muy diversas acerca del bien humano, pero que deben vivir juntas de una manera que sea aceptable para todos. Por ser el bien de una comunidad política debe ser el bien que ella puede y debe lograr, que no coincide siempre con el bien efectivo integral y absoluto de los integrantes de esa comunidad. Un concepto claro del bien común político es necesario para ahuyentar el integrismo, representado por aquellos que afirman que conocen con detalle en qué consiste el bien común y sólo necesitan el poder para llevarlo a cabo, como del individualismo, propio del que o niega que existe el bien común y para el que la política se limita a establecer reglas para que cada uno viva como quiera sin perjudicar al vecino. La definición de Pío XII en el radiomensaje de navidad de