Democracia, Transparencia, Participación y Bien Común

25 democracia: transparencia, participación y bien común Entre la Iglesia católica y la democracia se ha ido entretejiendo como una suerte de alianza. Incluso más, la Iglesia católica es hoy un baluarte de procesos de democratización, así como de consolidación y desarrollo de las democracias. Si es claro que la Iglesia no tiene una finalidad política, y es importante que no caiga en la tentación de dejarse enredar dentro las lógicas del poder mundano, ello no quiere decir que se desinterese de la vida pública de las naciones, que no abrace la totalidad de las dimensiones de su existencia y convivencia –entre las cuales la política es dimensión fundamental y englobante–,que no se preocupe de la salud de las democracias a la luz de su doctrina social, que no contribuya a su construcción mediante la educación de virtudes humanas y cívicas, que no esté ella misma implicada en la vida y destino de las naciones. “(…) No temáis la función incluso pública –advertía San Juan Pablo II– que el cristianismo puede ejercer para la promoción del hombre (…), respetando plenamente, más aún, promoviendo sinceramente la libertad religiosa y civil de todos y cada uno, y sin confundir en modo alguno la Iglesia con la comunidad política” 8 . ciudadanos y cristianos Desde los orígenes cristianos, la “Carta a Diogneto”, presenta en forma muy ilustrativa a los discípulos de Jesús: “(...) ni por región ni por su lengua ni por sus costumbres se distinguen de los demás hombres (...) De hecho, no viven en ciudades propias, ni tienen una jerga que los diferencie, ni un tipo de vida especial...participan de todo como ciudadanos y en todo se destacan como extranjeros. Cada país extranjero es su país, y cada patria es para ellos extranjera (...). Obedecen las leyes establecidas, y con su vida van más allá de las leyes. Igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho. (...). Para decirlo brevemente, como el alma en el cuerpo así están los cristianos en el mundo” 9 . De lo que se escribía entonces, también se puede afirmar hoy día. La presencia y el servicio de los cristianos en el mundo – afirmó el Concilio Ecuménico Vaticano II - implica la solidaridad “con los gozos y esperanzas, las 8 San Juan Pablo II, discurso a la Asamblea nacional de la Iglesia italiana en Loreto, 11/4/1985. 9 www.vatican.va/spirit/documents , De la Carta a Diogneto .

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