Creer y actuar para renacer

33 crecer y actuar para renacer gente, especialmente a los más frágiles. En este cuadro teológico situó el inicio de su ministerio petrino, que “comporta –señaló expresamente– un poder”. Para describir ese poder recurrió a las tres preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, seguidas de la triple invitación: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas; finalmente, como colofón, explico que “el poder es servicio” en estos términos: “El papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25, 31-46). Solo el que sirve con amor sabe custodiar” 23 . Podemos recapitular todos estos elementos en ese inequívoco mensaje que surge de la entrevista concedida a La Civilta Cattolica , en agosto de 2013: “Busquemos ser una Iglesia que encuentra caminos nuevos”. Ahora bien, detrás de todos los gestos y palabras que hemos comentado hay un común denominador que nos remite a la aplicación del Concilio de los papas Juan y Pablo desde esta óptica precisa: “El Vaticano II supuso una relectura del Evangelio a la luz de la cultura contemporánea. Produjo un movimiento de renovación que viene sencillamente del mismo Evangelio” 24 . He aquí la primera raíz teológica de la renovación eclesial. Y, como indicamos al principio, es el Vaticano II pasado por el tamiz de la recepción e inculturación latinoamericana, desde Medellin (1968) a Aparecida (2007) a la luz de este presupuesto: “el pueblo de Dios se encarna en los pueblos de la tierra, cada uno de los cuales tiene su cultura propia” (EG 115)21. Esta idea de la evangelización como inculturación es una clave fundamental para el análisis de su escrito programático, la exhortación apostólica Evangelii gaudium . 23 Francisco. Palabra profética y misión, 13. Cfr. AAS 105 (2013) 385. 24 Razón y Fe 268(2013), 267.

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