Koinonia | 2005-2006

Memoria e Identidad 54 moral objetiva, son los que determinan la verdad moral, lo que está bien o mal (pp.134-135). En un giro muy característico de este hombre marcado profundamente por un amor a la Virgen, Wojtyla reflexiona sobre la memoria maternal de la Virgen María, la que guardaba todo en su corazón, y la memoria eucarística del misterio pascual (pp. 144-145), que salvaguardan la identidad de la Iglesia y de los seres humanos ante las crisis, devastaciones y tragedias que provoca el mal en la historia humana. Al filo de los dos milenios, son la memoria de la Virgen y la de la Iglesia, las que siguen permitiendo que el hombre encuentre su memoria, su propia identidad (pp.148-49,151-152). “ La memoria es la facultad que fragua la identidad de los seres humanos, tanto en lo personal como en lo colectivo. Porque a través de ella se forma y se concretiza en la psique de la persona el sentido de identidad. ...Cristo conocía esta ley de la memoria y recurrió a ella en el momento clave de su misión. Cuando instituyó la Eucaristía durante la ultiman Cena dijo: ‘Haced esto en recuerdo mío’. La memoria evoca recuerdos. Así, pues, la Iglesia es de algún modo la ‘memoria viva’ de Cristo, del misterio de Cristo, de su pasión, muerte y resurrección, de su Cuerpo y de su Sangre. Esta ‘memoria’ se realiza mediante la Eucaristía. En consecuencia, los cristianos, celebrando la Eucaristía, es decir, haciendo ‘memoria’ de su Señor descubren continuamente su identidad. La Eucaristía manifiesta algo más profundo y aún y a la vez más universal: la divinización del hombre y de la nueva creación en Cristo... Permite al hombre entenderse a sí mismo desde sus más profundas raíces y, al mismo tiempo, en la perspectiva última de la humanidad. Le hace comprender también las últimas comunidades en que se fragua su historia: familia, la ascendencia y la nación. En fin, le permite adentrarse en la historia de la lengua y de la cultura, en la historia de todo lo que es verdadero, bueno y hermoso ” (pp.144-145). Memoria e identidad: evaluación Si en vez de ser el último libro de Karol Wojtyla, fuese el primero, serviría como una magnífica introducción a la vida y obra de este gran pensador, teólogo, escritor, poeta y pastor. Retrata el optimismo providencialista del

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