Koinonia | 2005-2006

La Familia en el Magisterio de Juan Pablo II 68 amplias, profundas y rápidas, han arremetido contra la familia. La Iglesia no puede dejar de abrirle a los jóvenes y a los casados “la belleza y la grandeza de la vocación al amor y al servicio de la vida” (FC 1). La Iglesia ante el peligro sutil que los medios de comunicación social manipulen a sus usuarios y pongan en peligro la libertad verdadera y la capacidad de juzgar con objetividad, ofrece la fe y desde ella una orientación a fin que se salve y se realice la verdad y la dignidad plena del matrimonio y la familia (cfr. FC 4 y 5). Esta verdad sobre la familia y el matrimonio “no siempre coincide con la opinión de la mayoría” (FC 5). La Exhortación comienza en su primera parte al estilo del concilio Vaticano II, con una exposición de las luces y sombras del mundo actual. No todo es progreso y la historia no siempre sigue un progreso necesario hacia lo mejor y lo nuevo (cfr. FC 6). Por eso el deber de la Iglesia es ofrecer una conciencia crítica de la nueva cultura familiar, entendiendo que los esposos son “sujetos activos de la construcción de un auténtico humanismo familiar” (FC 7). Aquí el Papa no sólo sigue empeñado en los temas que ya como sacerdote y como Obispo había trabajado, sino que los siente con mayor urgencia. Es el planteamiento de su primera Encíclica: iluminar al hombre para que éste se conozca a la luz de Cristo y surja un nuevo humanismo cristiano (cfr. FC 8). Los rasgos positivos de nuestra época son: unas relaciones interpersonales y un aprecio por la educación (cfr. FC 6). Las sombras que se ciernen sobre la familia son el desafío de la autoridad de los padres en materia de educación de los hijos, una mentalidad dominante de negación o rechazo al don de la fertilidad y una explotación de la mujer por el machismo varonil y una aceptación del divorcio que concibe la unión familiar como un contrato de conveniencia de individuos (cfr. FC 6) El Papa pasa a la segunda parte de la Exhortación al presentar el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia. Expone la doctrina eclesial desde un punto de vista, que como ya hemos visto en Amor y Responsabilidad es marcadamente humanista y personalista. La sección 11 es un resumen fundamental de todo lo expuesto en Amor y Responsabilidad . Sienta las bases para el resto de la Exhortación. Los seres humanos han sido creados por el amor de Dios y para el amor de Dios (cfr. FC 11). El ser humano es imagen de Dios amor, amor entre tres divinas personas. Fuera del amor no encuentran el sentido de su vida: “el amor es la vocación fundamental e innata de todo ser humano” (FC 11) y sólo sobre el amor se puede erigir un matrimonio y una familia. Cristo ha venido a redimir, a liberar el amor de los esposos y de los padres del egoísmo, no ha venido a imponer restricciones. La familia es vista desde la Trinidad, desde esa

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