Koinonía 2008-2009

69 matrimonio que estuviera buscando tener hijos y llevan a cabo una relación sexual que no resulta fecunda. Lo que sí es diferente aquí es el comportamiento de la pareja que se adapta de acuerdo a los periodos fecundos o no fecundos de la mujer (por esto, sería mejor hablar de continencia periódica que de métodos naturales). Vamos a explicar esto. En la práctica de la continencia periódica el hombre y la mujer se aceptan plenamente, totalmente, sin negar nada de la propia realidad personal, sin negar la capacidad procreativa. El hecho de que el varón como ser humano pueda ser padre y que la mujer como ser humano pueda ser madre – capacidad no sólo fisiológica, como hemos visto, sino personal–, se acepta, no se niega, ninguno hace nada para cancelarlo y precisamente la prueba de que se acepta es que el comportamiento sexual de ambos se adapta a ella. El motivo por el que algunos días se abstienen de tener relaciones sexuales es precisamente porque se acepta la capacidad procreadora de cada uno, se acepta la totalidad de la persona. En ningún momento hay un sentido de negación, de oposición o de rechazo; la pareja acepta esta realidad y porque acepta esta realidad su comportamiento se adapta a la misma. Esto es lo que se llama la virtud de la castidad dentro del matrimonio. 53 Tengamos en cuenta ahora que el matrimonio es imagen de Cristo que se entrega a su Iglesia, como dice San Pablo (cf. Ef 5, 32), y Cristo culmina su entrega a la Iglesia en la cruz; esto significa que el amor también incluye la virtud, el sacrificio, la renuncia. Si no quieres incluir en la vida diaria el amor vivido de esta manera, no puedes amar, imposible. La paternidad responsable (que significa buscar el bien del matrimonio y la familia), llevada a cabo mediante la contenencia periódica, exige virtud a la pareja. Vimos antes que si la persona es dueña de sí misma puede decidir cuándo es el momento apropiado para la donación de sí a través de la relación sexual y cuándo es conveniente la abstención precisamente por el bien del matrimonio y de la familia. El amor manifestado a través de la relación sexual no es solamente una pulsión que se siente, sino que para que realmente sea un acto de amor, una donación, debe ser un acto libre, no la imposición de un instinto. Los problemas y las cargas que pueden ir unidos a la paternidad responsable no son nada nuevo, son parte de los problemas y las cargas que vive 53 La anticoncepción es un pecado contra la castidad. Recordemos que “pecado” es algo que hace daño a la propia persona y por esto el pecado “ofende” a Dios. La “Humanae Vitae” y la teología del cuerpo en Juan Pablo II

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