Koinonía 2010-2011

fe en San Juan de la Cruz, y dirigida por el padre Reginald Garrigou- Lagrange O.P., fiel exponente del pensamiento tomista, emerge una seria consideración de las perspectivas teoréticas de Edmund Husserl, Max Scheler, Dietrich von Hildebrand y Edith Stein. Como profesor de ética en la Universidad Católica de Lublin, Wojtyla profundiza sus intuiciones valorando los aspectos de la fenomenología inherentes a la manifestación de la verdad bajo la forma de encuentro en el seno del dinámico proceso evolutivo de la realidad y dejando a un lado los aspectos ligados a una concepción ética relativista o, al contrario, neokantiana. Nombrado obispo de Cracovia en 1958, no abandona la actividad científica y en 1960 escribe Amor y responsabilidad . En este volumen desarrolla una teología del amor conyugal sobre la base de la unidad constitutiva de alma y cuerpo del esposo y de la esposa. Llamado a Roma para el Concilio Vaticano II, tiene un papel activo en la asamblea de los padres conciliares, sobre todo en la redacción del célebre documento Gaudium et spes. Después de haber regresado a Polonia, publica en 1972 A las fuentes de la renovación, en la cual interpreta los cambios traídos por el evento conciliar según una hermenéutica de unidad y continuidad con el patrimonio doctrinal y pastoral de la historia de la Iglesia. Nombrado cardenal en 1967 por Pablo VI, Wojtyla se distingue por una resistencia tenaz hacia el régimen comunista polaco que quería reducir la Iglesia al silencio cultural. En este contexto publica Persona y acto ( 1969), una obra capaz de reivindicar eficazmente la dignidad irreductible e inalienable de toda persona humana frente a cualquier sistema filosófico, político y económico. Wojtyla piensa que el comportamiento humano es la modalidad concreta por la cual cada uno expresa la propia esencia última. Por lo tanto, desde el acto se puede remontar a la consistencia ontológica del actor. Por ejemplo, con su manera de mirar, de tocar y de hablar, un individuo comunica a los demás el propio yo. En este sentido el mensaje cristiano es transmitido por unos testigos y la presencia de Cristo es real en cuanto se puede encontrar experimentalmente en el presente de la vida de todos precisamente bajo la forma de un encuentro. Esta interesante perspectiva constituye el eje de las reflexiones que Wojtyla desarrolla en el congreso promovido en 1974 por el cardenal Giuseppe Siri en Genoa para celebrar el séptimo centenario de la muerte de Santo Tomás de Aquino y de los ejercicios espirituales que es llamado a predicar al Santo Padre Pablo VI y a la Curia Romana en ocasión de la Cuaresma de 1976. Por otra parte, esta perspectiva teológica, basada principalmente en las categorías conceptuales de ‘persona’, ‘acontecimiento’ y ‘experiencia’, estaba siendo desarrollada a partir de 1972 en la revista internacional

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