Koinonía 2014-2015

33 instituto de doctrina social de la iglesia | pucpr mucho más el valor de la vida, apreciamos mucho más todas las personas que están en nuestra vida, apreciamos mucho más las bendiciones que hemos recibido, en especial a nuestros tres hijos. Tres, porque cuando alguien me pregunta cuántos hijos tengo, le contesto que tengo dos en la tierra y uno en el cielo. No puedo ni quiero borrar a Christopher de nuestra vida ni de nuestra historia... Y al apreciar más, agradecemos más. Y quisiera aprovechar para agradecer a todos los que de una forma u otra nos han apoyado y sostenido en todo este proceso. Primeramente a Dios por darnos la vida, por darme el regalo de haber tenido dentro de mi vientre creciendo tres hermosas vidas. A nuestras familias, nuestros amigos, nuestros compañeros, nuestros estudiantes, el personal de salud que me atendió. A todos gracias, que Dios les bendiga y les devuelva infinitamente todo lo que nos han dado. ¡Gracias! jorge almodóvar capielo, msw trabajador social clínico Desde el punto de vista de la fe, la pérdida de un bebé sin nacer abre la discusión de la necesidad o no del bautismo para la salvación. En principio hay que decir que el Bautismo sí es necesario para la salvación eterna, pues el mismo Jesucristo así lo afirmó: «En verdad te digo, quien no renace del agua y del Espíritu no puede tener vida eterna» (Jn.3, 5). Por eso ordenó a sus discípulos a anunciar el Evangelio a todas las naciones y a bautizarlos a todos (cf. Mt. 28, 19-20). El Catecismo de la Iglesia Católica, basándose en las palabras de Cristo: «El que crea y se bautice se salvará. El que se resista a creer se condenará» (Mc. 16, 16), nos dice que el Bautismo es necesario para la salvación en aquellas personas a quienes les ha sido anunciado el Evangelio y han tenido la posibilidad de recibir este Sacramento. (cf. CIC #1257) Sin embargo, también dice el Catecismo lo siguiente: «Dios

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