Koinonía 2014-2015

58 koinonía | anuario 2014-2015 maestros, la academia en general, las organizaciones profesionales y del tercer sector, tenemos el reto de que estas características se conviertan en realidades, y por qué no, sean mayores verdades para un cambio de percepciones. Hay maestros que están demostrando que la percepción sobre la educación es una ideamal fundamentada. Las distintas realidades que se dan en las comunidades del País hacen que los maestros se dediquen a atender asuntos que escapan de la visión tradicional en que los encajonamos y juzgamos públicamente. Ante las drogas, las armas, la violencia, el maltrato y la ignorancia, ¿qué hacen las maestras y los maestros? ¿Nos hemos detenido a pensar qué hacen las maestras cuando algunos de sus estudiantes tienen hambre, cuando no tienen para pagar la cuota de graduación, cuando no tienen dinero para pagar su transportación? Hay un trabajo social y emocional, además del académico, que va más allá a la acción tradicional de enseñar y que está presente en todas las comunidades educativas. Esto es lo que hacen los maestros. En cada escuela siempre hay un grupo de maestros que se distingue por voluntad, su unión, su lucha, su vocación y su dedicación. Sin embargo, detrás de un Magisterio que se dedica la inmensa tarea de facilitar la formación de un individuo, de enseñar destrezas y actitudes, hay un Magisterio lacerado. En ese sentido, aunque no es un planteamiento común en entornos académicos, hace falta trabajar con las emociones de un grupo profesional que está amenazado con el agotamiento mental y físico, la desvalorización social y un empobrecimiento material que les afecta. Por otro lado, en el caso del Departamento de Educación añádasele una madeja de problemas laborales que agobian al maestro, que debería estar enfocado en la enseñanza, pero que muchas veces que luchar contra la persecución, la amenaza, o la inseguridad de empleo, todo porque el Sistema no privilegia el talento.

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