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mujer: cinco roles en la sociedad actual puertorriqueña
Se reconoce la necesidad de que las mujeres se apoyen mutuamente,
compartiendo sus experiencias y sus propias formas de reflexionar y vivir
el mensaje evangélico.
notas finales
La Iglesia Católica nos invita a emular a Jesús en el trato digno hacia
las mujeres. Aparecida (2007) y estableció lo siguiente:
“El misterio de la Trinidad nos invita a vivir una comunidad
de iguales en la diferencia. En una época de marcado machismo, la
práctica de Jesús fue decisiva para significar la dignidad de la mujer y
su valor indiscutible: habló con ellas, tuvo singular misericordia con
las pecadoras, las curó, las reivindicó en su dignidad, las eligió como
primeros testigos de su Resurrección e incorporó mujeres al grupo
de personas que le eran más cercanas. La figura de María, discípula
por excelencia entre discípulos, es fundamental en la recuperación
de la identidad de la mujer y de su valor en la Iglesia.”
Por otro lado, la Iglesia Católica reconoce que todavía la mujer
no es valorada como se merece. A su vez, acepta que muchas mujeres
que quedan solas al cuidado de sus hijos no son reconocidas por esa
encomiable labor. Por esto, exhorta a que se divulgue que la mujer tiene
una indispensable participación en la construcción de una sociedad
más humana. Se necesita la participación activa de las mujeres en la
vida eclesiástica, familiar, cultural, social y económica. En especial para
fomentar una mayor inclusión en estas áreas (Aparecida, 2007).
A su vez, en relación con el trabajo que realiza la mujer en el hogar,
el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (2004) establece lo
siguiente:
“Las labores de cuidado familiar, comenzando por las de la madre,
precisamente porque están orientadas y dedicadas al servicio de la calidad
de la vida, constituyen un tipo de actividad laboral eminentemente
personal y personalizante, que debe ser socialmente reconocida y valorada,
incluso mediante una retribución económica al menos semejante a la de
otras labores”.