Proyecto de unidad... | abril 2022

...viene de la página anterior tortugas, pero no defendemos la vida del embrión, independientemente del tiempo de gestación. No podemos permitir que la incoherencia que observamos en la vida pública afecte nuestra visión de la vida humana. No hay duda de que el valor y la dignidad de la vida humana se deben proteger y respetar desde la concepción hasta la muerte natural. Incluso, la dignidad y el derecho humano de la mujer debe ser respetado y custodiado. No solo su salud física, sino su salud emocional. Son muchas las mujeres que, al enfrentar un embarazo inesperado, con presiones de circunstancias o personas, toman la decisión de un aborto. Con frecuencia manifiestan sufrir una serie de secuelas psicológicas no deseadas tales como: trastornos alimentarios, alteración del sueño, síntomas de depresión, intentos de suicidio, etc. Para toda mujer es un tema difícil ya que no existen mujeres que deseen el aborto por sí mismo. Llegan a ser víctimas de la violencia contra la mujer presionadas por circunstancias adversas o porque su pareja se desentiende de su responsabilidad de padre. Para estas mujeres existen ayudas tales como el Proyecto Esperanza (www.proesperanza.org) que ayuda a la superación del duelo por un niño no nacido por un aborto provocado y que atiende el profundo dolor que vive la mujer, muchas veces en soledad. Hacemos nuestras las palabras de santa Teresa de Calcuta en el Desayuno Nacional de Oración celebrado en Washington, DC, el 3 de febrero de 1994: “Creo que el mayor destructor de la paz hoy es el aborto. Porque Jesús dijo: ‘Si recibís a los más pequeños, me recibís a mí’. Así que todo aborto es un rechazo a recibir a Jesús, es el desprecio de recibir a Jesús. Realmente es una guerra contra los niños matar directamente a un niño inocente, asesinado por su propia madre.Si aceptamos que una madre puede asesinar a su propio hijo, ¿cómo podemos decirles a los demás que no se maten unos a otros? ¿Cómo podemos convencer a una mujer de no tener un aborto? Como en todo, debemos persuadirla con amor y recordemos que amar significa dar hasta que duela. Jesús dio hasta su vida por amarnos. Así que la madre que esté pensando en abortar, debe ser ayudada a amar, o sea, a dar hasta que le duelan sus planes, o su tiempo libre, para que respete la vida de su hijo.Porque el niño es el mayor regalo de Dios a la familia, porque ha sido creado para amar y ser amado. En cuanto al padre del niño, debe dar también hasta que le duela. Con el aborto, la madre no aprende a amar, sino a matar hasta a su propio hijo para resolver sus problemas. Y con el aborto, al padre se le dice que no tiene que tener responsabilidad alguna por el niño que ha traído a la vida, y se le induce a poner a otras mujeres en la misma circunstancia. Por lo tanto, el aborto solo lleva a más abortos. Un país que acepta el aborto, no le enseña a su gente a amar, sino a utilizar violencia para conseguir lo que quieran. Es por esto que el mayor destructor del amor y de la paz es el aborto.” Con este trasfondo científico, jurídico y moral, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico defiende la vida y la dignidad humana, desde la concepción, a lo largo de las distintas etapas del desarrollo humano, hasta la muerte natural de ambos, mujeres y hombres, porque todos hemos sido creados a imagen y semejanza del mismo Dios. 4

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