Un acercamiento a la situación de las personas retiradas en Puerto

PRIMERA EDICIÓN LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS RETIRADAS en Puerto Rico Un acercamiento a

PRIMERA EDICIÓN LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS RETIRADAS en Puerto Rico Un acercamiento a HERNÁN A. VERA RODRÍGUEZ, D.P.A. JENNIFER CASTELLANOS-BARRETO, PH.D. PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE PUERTO RICO 2023

El material publicado en este libro no puede ser reproducido o transmitido en ninguna forma, medio o formato, total ni parcialmente, sin la autorización escrita del editor y autor. Un acercamiento a la situación de las personas retiradas en Puerto Rico Primera edición 2023 © Hernán A. Vera Rodríguez Jennifer Castellanos-Barreto © Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico 2250 Boulevard Luis A. Ferré Aguayo, Suite 557 Ponce, Puerto Rico 00717-0655 Teléfono: 787.841.2000 www.pucpr.edu/publicaciones Edición: Prof.a Olga Bizoso de Montilla Prensa y Comunicaciones, PUCPR Diagramación: Carlos Javier Santos Velázquez coordinador de Publicaciones Prensa y Comunicaciones, PUCPR Diseño de portada: José González Sotomayor diseñador gráfico institucional, PUCPR Impreso en Puerto Rico / Printed in Puerto Rico ISBN: 978-1-970009-49-1

Agradecimientos Los autores desean expresar su agradecimiento a las siguientes personas y organizaciones. En primer lugar, al Dr. Jorge Iván Vélez Arocho, presidente de la PUCPR y al Dr. Leandro A. Colón Alicea, vicepresidente para Asuntos Académicos por su contínuo apoyo al Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas y a sus investigaciones. En segundo lugar, al equipo de Prensa y Comunicaciones de la PUCPR, en particular a su directora, Sra. Jalibeth Rodríguez Rivera, por su apoyo en la promoción del cuestionario del estudio a través de las redes sociales y la página web de la Universidad, así como en la divulgación de los resultados de la investigación a la prensa del país. En tercer lugar, a la Alianza para la Salud del Pensionado y a su director ejecutivo, el Dr. Luis Colón; a la Asociación de Pensionados del Gobierno de Puerto Rico y a su presidente, el CPA Roberto Aquino García; y a la Asociación Americana de Personas Retiradas (AARP), capítulo de Puerto Rico y a su director estatal, el Sr. José R. Acarón por su desinteresado apoyo en la promoción del cuestionario de este estudio entre sus afiliados.

8 pontificia universidad católica de puerto rico Asimismo, los autores desean agradecer a las practicantes de investigación Marangely Hernández Quirindongo y Giselle Marie Negrón Irizarry, y a los estudiantes graduados del curso de Investigación Social Avanzada, GRCC 603, Secs. 1 y 2 del semestre de Primavera de 2023, de la PUCPR por ayudar a diseminar el cuestionario del estudio entre sus amigos y familiares retirados. Por último, nuestro más profundo agradecimiento a los 1,604 participantes que compartieron con nosotros su información y experiencias, las cuales hicieron posible este estudio. A todos ustedes, gracias. Dr. Hernán A. Vera Rodríguez, investigador principal Dra. Jennifer Castellanos-Barreto, coinvestigadora

Resumen La presente investigación tuvo el propósito de conocer el perfil socioeconómico y las percepciones de una muestra de personas retiradas en Puerto Rico con respecto a su situación económica, los ajustes que han tenido que hacer en su vida diaria, el sentimiento de soledad, su intención de volver a trabajar y su percepción frente a las acciones del gobierno en su rol con los retirados. Asimismo, se sometieron a prueba varias hipótesis respecto a la existencia de diferencias estadísticamente significativas en las percepciones sobre la situación económica y anímica de los retirados, por un lado por razones de género; de otro lado por cuidar o no cuidar a algún nieto y cuidar o no cuidar a algún adulto mayor. Otro grupo de hipótesis indagaba sobre la existencia de diferencias estadísticamente significativas en las percepciones de los retirados participantes con respecto a sus ingresos y comodidad por razones de género, cuidar o no cuidar a sus nietos y ser o no ser cuidador de algún adulto mayor. El estudio fue uno cuantitativo con un diseño descriptivocomparativo. El mismo contó con una muestra de 1,604 participantes, retirados y mayores de edad, seleccionados por conveniencia o referido. A los participantes se les administraron dos instrumentos. El primero fue una escala de datos sociodemográficos, la cual contenía 21 ítems

10 pontificia universidad católica de puerto rico o reactivos que recopilaban información general de los participantes como: sexo, edad, tiempo que llevan retirados, ingresos por diversas fuentes, ajustes que hayan tenido que hacer para que su pensión les alcance, entre otros. El segundo instrumento de recopilación de datos fue la Escala sobre la Situación de los Retirados desarrollada por los investigadores. Esta se compone de 18 reactivos que indagan la percepción de las personas retiradas sobre su situación económica y financiera, el rol del gobierno, los ajustes que hayan tenido que realizar en su vida diaria, la soledad y la intención de regresar a trabajar. Este instrumento se contesta con una escala Likert de siete puntos que va desde: totalmente de acuerdo (6 puntos), moderadamente de acuerdo (5 puntos), algo de acuerdo (4 puntos), algo en desacuerdo (3 puntos), moderadamente en desacuerdo (2 puntos), totalmente en desacuerdo (1 punto) y no aplica (0). Para algunos análisis se consolidaron los puntos 6, 5 y 4 en la categoría denominada “de acuerdo”, y los puntos 3, 2 y 1 en la categoría “en desacuerdo”. De igual forma, y luego de llevar a cabo análisis de factores exploratorios y análisis de confiabilidad, se desarrollaron dos subescalas a partir del instrumento antes descrito que se denominaron “percepciones de la situación económica y anímica” y “percepciones de ingresos y comodidad”. Estas subescalas se utilizaron para llevar a cabo los análisis inferenciales del estudio. Los datos se recopilaron, tanto en modalidad remota a través de la plataforma PsychData, como de manera presencial mediante la administración de cuestionarios en papel, esto solo en unos pocos casos. Debido a que la muestra del estudio no tuvo una distribución normal, se llevaron a cabo estadísticas no paramétricas mediante U de Mann-Whitney y Kruskall Wallis para la comprobación de las hipótesis del estudio. Los resultados del estudio revelaron una situación precaria en un gran segmento de los retirados. De hecho, casi la mitad de los participantes reportó ingresos que los colocaba en los umbrales de la pobreza, según establecidos por el gobierno federal. Asimismo, una tercera parte de los participantes apuntó a no tener ahorros y, la mayoría de los que indicaron tener ahorros, señalaron que los mismos solo les permitirían subsistir entre uno y doce meses. De manera similar, manifestaron haber tenido que hacer ajustes en sus actividades de ocio, comida, medicinas, utilidades y otras áreas para lograr que sus ingresos les alcanzaran hasta fin de mes.

11 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico Se encontró que cerca de un 20% de los retirados participantes tenía ingresos de otras fuentes, entre los que destacaban los trabajos a tiempo parcial y a tiempo completo, las inversiones y otras fuentes. Asimismo, se halló que el 47.8% de todos los participantes señaló haber pensado volver a trabajar para poder manejar los aumentos en el costo de vida luego del retiro. De otra parte, en términos psicosociales, se encontró la prevalencia de sentimientos de soledad, tristeza y poco apoyo social en un segmento importante de los retirados encuestados. En lo tocante al rol de los retirados como cuidadores, se halló que solo un pequeño segmento de los encuestados manifestó estar a cargo de sus nietos. En contraste, casi una cuarta parte de los mismos indicó fungir como cuidadores de un adulto mayor. Los análisis inferenciales realizados hallaron diferencias estadísticamente significativas en las percepciones sobre la situación económica y anímica, así como en las percepciones sobre sus ingresos y nivel de comodidad entre hombres y mujeres. Las féminas del estudio tendieron a percibir mayores dificultades económicas y anímicas tras su retiro, mientras que los varones encuestados denotaron una mejor percepción de sus ingresos y nivel de comodidad luego de la jubilación. Es posible que esto responda a la persistencia de una brecha salarial, después del retiro, entre hombres y mujeres. De otra parte, los análisis inferenciales hallaron diferencias estadísticamente significativas en las escalas sobre la percepción de la situación económica y anímica y en la de las percepciones sobre los ingresos y la comodidad por razón de cuidar o no cuidar a algún adulto mayor. Los resultados revelaron que los retirados que cuidaban a adultos mayores se percibían en una peor situación económica y anímica que los que no eran cuidadores. Asimismo, los cuidadores de adultos mayores mostraron una percepción menos favorable de sus ingresos y de su nivel de comodidad en relación con aquellos retirados que no cuidaban adultos mayores. Resultados similares se hallaron con respecto al cuido de los nietos. Aquellos retirados que cuidaban nietos tendieron a percibir mayores dificultades económicas y anímicas que sus contrapartes no cuidadores. Igualmente, aquellos retirados que no cuidaban nietos tendieron a tener una mejor percepción de sus ingresos y de su nivel de comodidad.

Introducción. ......................................................................................... 15 Revisión bibliográfica............................................................................17 Situación económica y laboral de las personas retiradas...............18 La situación psicosocial de las personas retiradas y otros aspectos relacionados con el retiro..................................................25 Método................................................................................................... 33 Objetivos........................................................................................... 33 Hipótesis........................................................................................... 34 Diseño............................................................................................... 35 Participantes..................................................................................... 35 Instrumentos.................................................................................... 36 Procedimiento. ................................................................................. 37 Tabla de contenido

14 pontificia universidad católica de puerto rico Resultados.............................................................................................. 39 Conclusiones.......................................................................................... 59 Recomendaciones.................................................................................. 65 Referencias............................................................................................. 69

Un Acercamiento a la situación de las personas retiradas en Puerto Rico introducción En 2012, un grupo de investigadores del Colegio de Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad de la PUCPR liderados por el investigador principal de esta investigación, llevaron a cabo un estudio sobre la situación de los retirados en Puerto Rico. El estudio recibió amplia divulgación en los medios de comunicación del país, llegando a ocupar la portada de El Nuevo Día en su edición del domingo, 21 de octubre de 2012. Esta investigación formó parte de la discusión pública en el país, pues en aquel momento se discutía la reforma de los sistemas de retiro del Gobierno de Puerto Rico y de agencias con sistemas de retiro independientes como el Departamento de Educación y la Rama Judicial. Asimismo, ya un sinnúmero de organizaciones privadas comenzaban a hacer cambios en sus sistemas de retiro por lo que los resultados resultaban muy importantes para un sector de la sociedad puertorriqueña. Luego, una versión más completa de dicho estudio fue publicada en la revista Informes Psicológicos de Colombia (Vera Rodríguez et al., 2014). Entre los resultados del estudio se destaca que, a pesar de haber tenido una situación económica que calificaban como buena antes de su retiro,

16 pontificia universidad católica de puerto rico los participantes vivían una situación económica de precariedad y estrechez económica. Esto, incluso había llevado a muchos de ellos a tener que llevar a cabo arreglos en sus patrones de gastos para que el dinero les alcanzara hasta fin de mes. De igual manera, el 19.1% de los retirados participantes manifestó niveles de depresión de moderados a severos y el 65.1% de los mismos tuvo síntomas de ansiedad de moderados a severos (Vera Rodríguez et al., 2014). Este estudio pretende dar seguimiento y actualizar los resultados de la investigación antes mencionada utilizando una nueva metodología y estrategia de distribución de los cuestionarios. Resulta importante para el Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas de la PUCPR llevar a cabo un estudio sobre este tema pues, a través del mundo, se complica día tras día la situación de los retirados. Por ejemplo, en los momentos en que se escriben estas líneas se vive en Francia una situación de protesta social en contra de una propuesta del presidente Emmanuel Macron para los sistemas de jubilación mediante la cual se pretende aumentar a 64 años la edad de retiro en dicho país (Vandoorne & Ataman, 2023). Medidas como esta han sido ensayadas a través del mundo para tratar de dar solvencia a los planes de retiro o jubilación. Un estudio llevado a cabo en los países de América Latina (Vera Rodríguez, 2015) apuntó a las siguientes medidas entre las más utilizadas en dicha región para enfrentar la crisis de los sistemas de retiro o jubilación: 1. El cambio de unos sistemas de jubilación de reparto o beneficios definidos a unos de cuentas individuales o contribuciones definidas (conocidos generalmente en Puerto Rico como planes 401k). En algunas jurisdicciones, como Puerto Rico, se da a manera de transición un sistema híbrido entre ambos. 2. El aumento en la edad mínima para la jubilación y en los años que deben cotizar los trabajadores para acceder a su pensión o retiro. 3. La reducción o eliminación de las aportaciones patronales. 4. El establecimiento de un nivel mínimo de pensiones para los trabajadores en puestos no muy bien remunerados (Vera Rodríguez, 2015). 5. En Puerto Rico se ha añadido a este conjunto de reformas la reducción en las pensiones de algunos trabajadores y existe una amenaza generalizada de reducciones de, al menos, un 10% (Ley Núm. 81, 2020).

17 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico De forma similar, entre las causas para la insolvencia de los planes tradicionales de retiro se destacan las siguientes: 1. La inversión en la pirámide poblacional que provoca que haya más empleados retirándose de sus trabajos que empleados nuevos ingresando a sus trabajos y aportando a los planes de retiro. 2. El aumento en la longevidad de las personas en gran parte del mundo cuya consecuencia es que un empleado retirado devengue una pensión por un período de tiempo más largo. 3. La inestabilidad de los mercados financieros, lo cual ha provocado que muchos fondos de inversión que sustentaban a los sistemas de pensiones tengan grandes pérdidas financieras. 4. La existencia de pensiones de privilegio para algunos funcionarios en los gobiernos y para ejecutivos del sector privado. 5. El mal manejo de fondos de retiro, lo cual ha incluido el utilizar el capital de estos fondos para propósitos no relacionados con el financiamiento de las pensiones de los empleados que aportan al fondo (Vera Rodríguez, 2013). Este cuadro a nivel mundial en torno a los jubilados y a los sistemas de pensiones hace necesario el estudio de la situación de este segmento poblacional para así determinar las percepciones de los jubilados sobre su situación económica, anímica y otras dinámicas relacionadas con su retiro. Los autores desean aclarar que, a través del estudio, se utilizaron como sinónimos las palabras retirado, jubilado y pensionado; así como retiro, pensión y jubilación. Esperamos que este estudio ayude a entender mejor la situación de las personas retiradas en el país, así como a mejorar su situación general. revisión bibliográfica En esta sección, se presentan algunos de los estudios relacionados con los retirados que sirvieron de sustento teórico a la presente investigación. Cabe resaltar que a los investigadores les ha sorprendido la relativa escasez de producción intelectual sobre los retirados y el retiro a través del mundo en los pasados diez años. Pareciera que este es un tema del cual se habla y se especula mucho, pero que se ha investigado poco a través del mundo, sobre todo en los últimos años. A continuación, los trabajos e investigaciones divididos por diversas áreas de la vida de los retirados.

18 pontificia universidad católica de puerto rico situación económica y laboral de las personas retiradas En esta sección se destacan los trabajos e investigaciones que versan sobre la situación económica y laboral de las personas retiradas o jubiladas. El primero de estos es un estudio de la Junta de la Reserva Federal de los EE.UU. titulado Economic Well-Being of U.S. Households in 2020 (Board of Governors of the Federal Reserve System, 2021). Este recoge los resultados de la Encuesta de Economía de los Hogares y Toma de Decisiones del 2020 (Survey of Household Economics and Decisionmaking - SHED). Según este organismo del gobierno federal, esta encuesta persigue el propósito de “[...]conocer en toda su amplitud los retos y oportunidades financieros que encaran las familias en los Estados Unidos” (Board of Governors of the Federal Reserve System, 2021, p. 1). Durante ese año, se entrevistaron 11,648 personas. Dicha fuente dedica un capítulo a la situación económica de los retirados en el 2020, es decir, durante la pandemia provocada por el COVID-19. Se establece en dicha sección: “El 27% de los adultos retirados (en los Estados Unidos) durante el 2020, se autodenominaba como personas retiradas, aunque algunos todavía laboraban en alguna capacidad” (Board of Governors of the Federal Reserve System, 2021, p. 69). Asimismo, se reportó que el 4% de las personas retiradas que contestó la encuesta y que se consideraban retiradas, todavía se encontraban laborando. También se halló que aquellas personas retiradas con niveles más altos de educación eran más propensas a trabajar luego del retiro (Board of Governors of the Federal Reserve System, 2021). Otra sección de la encuesta inquiría sobre las razones de las personas para decidir retirarse durante el 2020. Podían responder a varias alternativas, por lo cual los números exceden el 100%. Entre estas respuestas se cuentan las siguientes: 1. La mayoría de los retirados indicó que sus preferencias tuvieron un rol en esta decisión, pero que situaciones o eventos de la vida tuvieron un efecto sustancial en la decisión.

19 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico 2. El 48% de los retirados señaló que el deseo de dedicarse a hacer otras cosas o a pasar tiempo con la familia fueron factores importantes en la decisión de retirarse. 3. El 45% puntualizó que se retiró por haber llegado a la edad normal de retiro. Por otro lado, el 29% señaló que los problemas de salud fueron un factor importante en la decisión de retirarse, mientras que el 15% manifestó haber tomado la decisión para poder cuidar a algún miembro de su familia. Solo uno de cada diez apuntó a haberse retirado por la ausencia de trabajo. 4. Colectivamente, los problemas familiares, la necesidad de cuidar de la familia y la falta de trabajo contribuyeron a la decisión de retirarse del 45% de los retirados participantes (Board of Governors of the Federal Reserve System, 2021, p. 69). Cabe señalar que el 29% de los encuestados indicó que el COVID-19 había sido una variable importante en su decisión de retirarse. De otra parte, el estudio halló que las fuentes de ingreso principales de los estadounidenses retirados mayores de 65 años eran, en orden de importancia: seguro social, pensiones, intereses, dividendos o ingresos por rentas, salarios o ingresos por autoempleo y otras transferencias de efectivo (Board of Governors of the Federal Reserve System, 2021). La mayoría de los retirados encuestados indicó que su situación económica durante el 2020 fue similar a la del 2019. Un informe reciente de la Oficina del Procurador de Personas de Edad Avanzada de Puerto Rico (2022), titulado Perfil demográfico de la Población de Edad Avanzada: Puerto Rico y el mundo, reveló una serie de datos sobre las personas mayores de 60 años en Puerto Rico, entre las cuales se encuentran muchas personas retiradas. La fuente mencionada apunta a que el 28.5% de la población del país está compuesta por personas de 60 años o más. Asimismo señala que “[...]de acuerdo con la Encuesta de la Comunidad realizada por el Censo, Año 2020 (estimados a 5 años), el 38.8 por ciento de las personas de 60 años se encontraban bajo el nivel de pobreza” (Oficina del Procurador de Personas de Edad Avanzada de Puerto Rico, 2022, p. 26). Igualmente plantea:

20 pontificia universidad católica de puerto rico [...]durante el año 2020, las principales fuentes de ingreso de las personas de 60 años o más fueron el Seguro Social (80.8%), seguido del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) (42.0%) y Pensiones de Retiro (30.5%). Para el mes de diciembre del año 2020, unas 583,353 personas de 65 años o más recibían el Seguro Social en Puerto Rico. (Oficina del Procurador de Personas de Edad Avanzada de Puerto Rico, 2022, p. 30) De forma similar, en un estudio descriptivo sobre la situación del rápido envejecimiento poblacional en Puerto Rico, sus posibles consecuencias y la necesidad de políticas públicas al respecto, Matos-Moreno et al. (2022) indicaron lo siguiente: El segundo problema emergente y de vital importancia es la inseguridad financiera en la vejez. En los últimos años, el gobierno ha implementado una serie de medidas de austeridad para reducir el gasto público. Estas medidas han incluido la reducción de los servicios gubernamentales, el despido de empleados públicos, la eliminación de los programas de bienestar social y la reducción de las pensiones de los trabajadores jubilados (Cabán, 2018). En una sociedad con el 40% de su población de adultos mayores bajo la línea federal de pobreza, el efecto de estas medidas crea barreras y desafíos para la seguridad financiera de los adultos mayores. Además, con el aumento de la separación familiar y la prevalencia de hijos adultos migrantes, las remesas pueden surgir como un apoyo financiero esencial para los adultos mayores en Puerto Rico (p. 971). De otra parte, en Australia Chambers et al. (2021) llevaron a cabo un estudio de metodología mixta. En el mismo, se administró un cuestionario en línea a 16 profesionales que manejaban o asesoraban fondos de retiro en Australia para generar unas preguntas que serían incluidas en cuatro grupos focales compuestos por personas en edad de retiro y, de los cuales, el 71% ya estaba retirado. Un total de 21 personas participó en los grupos focales. Las preguntas que se incluyeron en los grupos focales versaban sobre áreas diversas de la vida de los retirados, tales como: necesidades económicas, cambio de prioridades económicas de las personas al retirarse, perspectivas de su salud y sus costos, planes de vivienda y alojamiento una vez retirados.

21 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico Los autores apuntaron a que, en términos generales y contrario a otras poblaciones, los adultos mayores australianos han acumulado bastantes ahorros para su retiro. En los grupos focales los participantes señalaron que, aparte de los gastos esenciales (alimentación, vivienda, entre otros.) es importante ahorrar para cubrir actividades de ocio durante el retiro (viajes, actividades sociales y culturales, etc.). Contrario a lo esperado, aunque los participantes reconocieron que con el aumento de edad aumentaba la propensión a enfermedades y condiciones, no demostraron una actitud de planificación para encarar estos gastos. Más bien, indicaron que de enfrentar estas situaciones, disminuirían otros gastos para enfrentar los costos de una salud afectada. Por último, los participantes denotaron aversión a vivir en comunidades o centros de retiro para adultos mayores. Es decir, preferían mantenerse en sus viviendas luego del retiro. En otro estudio llevado a cabo en Brasil se indagó sobre las variables que mejor predecían la felicidad de personas retiradas de zonas rurales y urbanas del estado de Minas Gerais, Brasil (Miranda Amorim, et al., 2017). La investigación tuvo una muestra de 279 participantes a los cuales se les administraron escalas sobre las siguientes variables: felicidad (subjetiva o percibida), apoyo social, diversidad de actividades realizadas, percepción sobre su salud y satisfacción con su situación económica. Luego de someter a prueba varios modelos de regresión, los investigadores hallaron que las variables que mejor predecían la felicidad subjetiva de los retirados participantes en el estudio fueron sus percepciones sobre su salud, sus niveles de satisfacción con su situación económica y el apoyo social percibido. Al respecto, los autores concluyeron lo siguiente: Confirmamos nuestra hipótesis de que a mayor satisfacción con nuestra situación financiera, mayor sería nuestro índice de felicidad subjetiva. Tales resultados sostienen las conclusiones de Van Solinge (2013) quien estableció que una buena planeación financiera, puede anticipar los recursos que facilitarán los ajustes para el retiro. Autores como Hershey et al. (2010) han demostrado cómo los recursos financieros y la planeación pueden ayudar a mantener unos estilos de vida adecuados y saludables después del retiro […]. (como se citó en Miranda Amorim et al., 2017, p. 6,)

22 pontificia universidad católica de puerto rico Como ha podido apreciarse de los trabajos antes expuestos, se denota a nivel mundial cierto nivel de precariedad en segmentos de la población de mayor edad, particularmente la población retirada. Según la literatura periódica sobre el tema, tal situación parece tener efectos en la calidad de vida, especialmente en los niveles de felicidad de los retirados. En el caso de Puerto Rico, según destacan Matos-Moreno et al. (2022), esta situación parece agravarse por las políticas de austeridad implementadas en el país en las pasadas décadas. Para paliar la estrechez económica luego del retiro, muchos retirados a través del mundo se han reinsertado al mundo laboral, bien de manera parcial, bien a tiempo completo. A esta tendencia se le ha denominado en la literatura científica “empleos puente”, pues representan una conexión entre el mundo del trabajo y el mundo de la jubilación. Al hilo de este tema, en el estudio realizado por Dingemans et al. (2017) se utilizaron datos recopilados en la cuarta edición de la Encuesta Europea de Salud, Envejecimiento y Retiro de Europa (SHARE Project). La misma recogió datos de personas de 16 países europeos e incluyó a personas jubiladas entre los 60 y los 75 años de edad. La muestra final del estudio incluyó a 22, 485 participantes. El estudio indagó la relación entre “empleo puente” (variable dependiente) entendido como el laborar en un empleo pago luego del retiro o la jubilación y las características sociodemográficas de los participantes (variables independientes). Entre las variables independientes del estudio se destacaron las siguientes: edad del participante, preparación académica, ingresos por pensión, percepción de su condición de salud, estado marital, si tenían a cargo el cuidado de nietos y la frecuencia de este cuido (Dingemans et al., 2017). La investigación halló que el 11% de las personas retiradas encuestadas se encontraba laborando en empleos luego de su jubilación. Se determinó, mediante un análisis de regresión, que los retirados con mayor preparación académica estaban más involucrados en empleos puente que el resto de los participantes. En contraste, aquellos participantes con mayores ingresos tenían menos propensión a laborar una vez retirados. En cuanto a su salud, los participantes que señalaron tener mejores niveles de salud estaban más inclinados a laborar luego de la jubilación que aquellos con salud

23 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico más comprometida. Asimismo, los participantes viudos o divorciados eran más proclives a laborar luego de su retiro que aquellos que estaban casados. También se encontró una interacción entre el género, el estatus civil y el laborar en empleos puente. En específico, se halló que las mujeres viudas o divorciadas estaban más inclinadas a laborar, pasado su retiro, que sus contrapartes varones. No se hallaron diferencias estadísticamente significativas en la inclinación de los participantes a laborar en empleos puente por razón de cuidar nietos o no hacerlo (Dingemans et al., 2017). En otro estudio relacionado con la situación económica y laboral de los retirados, Gobeski y Beehr (2009) evaluaron los factores que predecían la posibilidad de que las personas retiradas laboraran en empleos puente. El estudio tuvo una muestra de 171 personas con un promedio de 17 años de haberse jubilado. La preparación académica promedio de los participantes era de dos años luego de la escuela superior. Entre las variables del estudio se destacaron el empleo puente, con ella se indagaba si la persona laboraba o había laborado en un empleo puente y si el empleo puente era el mismo tipo de puesto que ocupaba al momento de su retiro o en otra área distinta. Entre las variables del estudio también se encontraban las siguientes: apego a la carrera, apego al empleo, presión laboral, satisfacción en el trabajo, destrezas relacionadas con el empleo, características del empleo y salud percibida. Los resultados generales de la investigación apuntan a que aquellas personas que conservaban las destrezas relacionadas con sus carreras eran más propensas a laborar en empleos puente relacionados con sus carreras que a retirarse de manera definitiva o laborar en un empleo puente en áreas distintas a las del empleo del cual se retiraron. De forma similar, se halló que aquellas personas que se desempeñaban en empleos que eran intrínsecamente motivadores, se inclinaban más a laborar en empleos puente con características similares que a retirarse de manera definitiva. Por último, aquellas personas que laboraban en carreras que se caracterizaban por empleos en los que había mucha presión o estrés estaban más inclinadas a buscar empleos puente en áreas distintas a las de su carrera de la cual se habían retirado (Gobeski & Beehr, 2009).

24 pontificia universidad católica de puerto rico En otro estudio, Yang et al. (2023) hicieron un análisis secundario de datos de una encuesta realizada entre los participantes de alguno de los dos sistemas de pensiones de Abu Dabi, Emiratos Árabes. La muestra final fue de 2,262 personas retiradas. El 54.2% de la muestra estuvo compuesta por varones y el 45.8% por féminas. La edad promedio de los participantes fue de 55.1 años y la edad promedio de su retiro fue a los 47.6 años. Esto se puede deber a que los sistemas de pensión de Abu Dabi requieren una aportación de 5% del salario mensual del empleado para su plan de retiro, un 15% por parte del patrono y una aportación de 6% del salario mensual del empleado proveniente del presupuesto del emirato (Yang et al., 2023). El estudio estuvo dirigido a identificar las variables claves que determinaban la edad de retiro de los residentes de este emirato y los factores relacionados con la intención de los retirados de considerar un empleo posretiro, es decir, un empleo puente. Luego de explorar cuatro modelos de regresión, los autores concluyeron que, entre los predictores más significativos de la edad del retiro o jubilación, se encontraban los siguientes: género, estatus de empleo del cónyuge, tener a cargo el cuido de alguna persona y tener niños viviendo bajo el mismo techo. Además, se halló que el promedio de las féminas que formaron parte de la muestra se retiró antes que los varones. En cuanto a la edad promedio de retiro de los varones esta fue de 50.4 años, mientras que para las féminas fue de 44.2 años. Los resultados revelaron que los que tenían un cónyuge en la fuerza laboral tendían a retirarse antes que aquellos con cónyuges retirados o fuera de la fuerza laboral (Yang et al., 2022). También los resultados destacaron que el tener a cargo el cuido de alguna persona o el que hubiese niños en el núcleo familiar adelantaba la edad del retiro al menos en dos años (Yang et al., 2022). Los autores especulan que esto es cónsono con las normas sociales en los emiratos en los cuales a la mujer, por lo general, se le adscriben roles como cuidadora y encargada principal de las tareas del hogar. Por otro lado, los resultados revelaron que los mejores predictores del trabajo luego del retiro (empleos puente) fueron: no haberse planificado para el futuro, sentirse solo después del retiro, tener deudas o préstamos y tener cualificaciones académicas altas (Yang, et al., 2022).

25 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico En esta sección de la revisión bibliográfica del estudio se presentaron datos y estudios sobre la situación económica de los adultos mayores en general y de las personas retiradas en particular. En específico, en el caso de Puerto Rico, la bibliografía consultada apunta a que, por lo general, el tiempo del retiro se vincula a una etapa de precariedad económica en la vida de las personas. También en esta sección se reseñaron varios estudios en los cuales se reiteraba la importancia de la planeación financiera previa al retiro y el uso de los empleos puente como estrategias para lidiar con los continuos retos económicos y financieros que encaran las personas retiradas. En el próximo apartado, se reseñan estudios relacionados con los aspectos psicosociales y otros aspectos relacionados con el retiro. la situación psicosocial de las personas retiradas y otros aspectos relacionados con el retiro En esta sección de la revisión bibliográfica se reseñan estudios que destacan los aspectos psicológicos, emocionales y sociales de las personas retiradas. En los mismos, se analizan variables como la soledad social, sus problemáticas percibidas, el uso de su tiempo de ocio, así como su rol como cuidadores, tanto de niños como de adultos mayores. En primer lugar, se reseñan los estudios relacionados con la soledad en personas retiradas. En un estudio llevado a cabo en Taiwán por Chiao et al. (2022), estos indagaron por el sentimiento de soledad en personas jubiladas o retiradas a través de un estudio longitudinal. En el estudio exploraron los efectos de la jubilación en el estado físico, social y la salud psicológica de los jubilados de 50 a 74 años. Para ello analizaron los datos del Estudio de Salud y Jubilación de Taiwán (THRS, Taiwan Health and Retirement Study), recopilados por la Administración de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud y Bienestar de Taiwán entre 2015 y 2019. Los participantes fueron entrevistados en dos periodos diferentes, la primera entrevista fue de 2015 a 2016 y una entrevista de seguimiento realizada entre 2018 y 2019 para los participantes sobrevivientes. La muestra final fue de 2,370 participantes.

26 pontificia universidad católica de puerto rico La variable dependiente del estudio fue el sentimiento de soledad y las variables independientes se dividieron en dos partes: los estresores vitales y el compromiso social, siendo el primero un factor de riesgo y el segundo un factor protector. Los factores estresantes de la vida incluían dos tipos principales: conflicto trabajo-familia antes de la jubilación y eventos estresantes de la vida durante los últimos 12 meses (después de la jubilación). El conflicto entre el trabajo y la familia se midió mediante una escala de tres reactivos que pedía a los adultos mayores que informaran la frecuencia de los factores estresantes que ocurrían en el trabajo y el conflicto resultante con la familia antes de la jubilación. Las respuestas variaron de “siempre” a “nunca” calificadas en una escala de cinco puntos. Las puntuaciones más altas se asociaron con un conflicto más significativo entre el trabajo y la familia antes de la jubilación (Chiao et al.,2022). En segundo lugar, el compromiso social se evaluó utilizando dos variables: voluntariado y contactos sociales después de la jubilación. El voluntariado se midió preguntando a los participantes si estaban realizando algún trabajo voluntario después de la jubilación con una respuesta de sí o no. Los contactos sociales después de la jubilación se midieron preguntando a los participantes con cuántas personas permanecían en contacto después de la jubilación. En tercer lugar, otras características relacionadas con el trabajo antes de la jubilación incluían la ocupación, los planes de jubilación y el tiempo transcurrido desde la jubilación. Para los análisis, los autores consideraron la división de la muestra por género y dos grupos de cohortes de nacimiento: Baby Boomers nacidos de 1951 a 1965 (edad 50-64 años) y pre-Boomers nacidos entre 1941 y 1950 (edad 65-74 años). En total 1,215 pre-Boomers y 1,155 Baby Boomers (Chiao et al., 2022). De acuerdo con los resultados reportados, en comparación con la cohorte de los pre-Boomers, una mayor parte de los Baby Boomers se graduó de la escuela secundaria o más (76.6% frente a 57.5% de los pre-Baby Boomers). Informaron además los Baby Boomers tener un plan de jubilación (38.4% frente a 26.4%) y estar involucrados en trabajo voluntario (34.5% frente a 29.7%). También el puntaje promedio de conflicto entre el trabajo y la familia fue más alto entre los Baby Boomers que entre los pre-Boomers (Chiao et al., 2022).

27 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico Los cambios en la soledad se clasificaron en cuatro grupos: (1) no permanecer solo; (2) dejar de estar solo; (3) volverse solitario; y (4) permanecer solo. Alrededor de dos terceras partes de los jubilados (68.7% de los Baby Boomers y 64.9% de los pre-Boomers) no permanecieron solos, y la soledad persistió en menos del 10% de los jubilados en ambas cohortes. Aproximadamente una séptima parte de los jubilados (12.1% de los Baby Boomers y 15.7% de los pre-Boomers) informaron que se estaban sintiendo solos, y alrededor del 10% pasó de estar solo a no estar solo. Con respecto a los cambios en la soledad por género, los hombres eran más propensos a no permanecer solos y las mujeres eran más proclives a sentirse solas y a mantener sentimientos de soledad (Chiao et al., 2022). Los análisis de los investigadores también revelaron que el conflicto trabajo-familia antes de la jubilación se asociaba significativamente con estar en el grupo que permanecía solo después de la jubilación. El compromiso social después de la jubilación, en particular el mantener los contactos sociales, fue identificado por los investigadores como un factor protector que disminuía los riesgos de estar en el grupo de permanecer solo para ambas cohortes [Baby Boomers y Pre-Boomers] (Chiao et al., 2022). Por otro lado, los investigadores hallaron que, entre los Baby Boomers, el vivir sin cónyuge o pareja fue un factor de riesgo que propendía a que llegaran a formar parte del grupo de personas que permanecía solo luego de la jubilación. En contraste, el dedicarse al cuidado de los niños pareció reducir el riesgo de estar en ese grupo para esa submuestra del estudio. Sin embargo, el trabajo voluntario después de la jubilación no afectó los cambios en los sentimientos de soledad entre los jubilados de las dos submuestras de la investigación (Chiao et al., 2022). Otro estudio en el cual se analiza el tema de la soledad entre los retirados es el de Amezcua y García-Domingo (2020). Estos investigadores llevaron a cabo un estudio cualitativo con el fin de conocer las principales inquietudes y problemas autopercibidos por los adultos mayores, así como la valoración subjetiva y atribuciones que hacen de los mismos.

28 pontificia universidad católica de puerto rico La muestra fue de 56 participantes de España y Alemania, seleccionados con un doble perfil. Es decir, 28 eran expertos, entre los que se incluyeron investigadores sociales y profesionales en intervención social con personas mayores que tenían experiencia de más de cinco años; y los otros fueron 28 personas mayores con más de 60 años de edad. La información del grupo de expertos se recopiló a través de una entrevista semiestructurada en profundidad, mientras que la información de los adultos mayores se recopiló a través de dos grupos focales. De acuerdo con los hallazgos del estudio, la situación de precariedad y pobreza es una de las preocupaciones de los adultos mayores que afecta su presente y su futuro. Por eso, muchos de ellos optan por extender el tiempo en el que deben jubilarse o conseguir otros trabajos después de jubilados. Ligado a lo económico, se halló que sus tiempos de ocio y recreación también se ven afectados, pues deben negociar las prioridades que puedan pagar con el dinero que reciben de su pensión, lo cual a su vez dificulta su envejecimiento activo. Asimismo, revelaron no contar con asistencias sociales y, en algunos casos, deben ser dependientes económicos de sus familiares (Amezcua & García-Domingo, 2020). En relación con el sentimiento de soledad en la vejez, los autores hallaron que es una problemática que afecta a las sociedades europeas. En esta etapa se han producido muchos cambios familiares y los hogares son cada vez más unipersonales entre la población mayor. Además, surgió la existencia de dificultades intergeneracionales entre los segmentos jóvenes y los de mayor edad. Sin embargo, los hallazgos principales de este estudio sobre la soledad percibida por los adultos mayores se relacionan con la falta de comunicación con otras personas, el aislamiento social, así como las escasas relaciones interpersonales y emocionales socialmente satisfactorias (Amezcua & García-Domingo, 2020). Finalmente, en relación con las diferencias culturales y el sentimiento de soledad, los participantes españoles señalaron la responsabilidad de la familia y los recursos de que el gobierno disponga para mitigar los mismos. Mientras que los mayores alemanes no acusaron a ningún actor sobre su soledad en la vejez, sino que refirieron

29 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico que la misma es parte de los cambios sociales que existen, por lo que recomiendan a las nuevas generaciones encontrar las medidas para afrontarla (Amezcua & García-Domingo, 2020). En otro estudio sobre la soledad en personas retiradas, Igbokwe et al. (2020) analizaron la relación entre la soledad y los síntomas de ansiedad y depresión entre personas retiradas de la región norte central de Nigeria. El estudio incluyó una muestra de 1,099 personas retiradas a las cuales se les administraron medidas estandarizadas sobre soledad percibida, ansiedad y depresión. Los resultados revelaron que el 21.8% de los retirados participantes denotó sentimientos de soledad, el 52% tuvo síntomas de depresión y el 27.7% síntomas de ansiedad. Asimismo, aquellos retirados con síntomas de depresión o ansiedad tendieron a percibir estar más solos que aquellos que no tuvieron síntomas de ansiedad y depresión. Los autores argumentan que, a tono con sus resultados, los retirados que se encontraban solos eran 1.19 veces más propensos a estar deprimidos que aquellos retirados que no se autopercibieron como solos. También hallaron relaciones estadísticamente significativas entre los sentimientos de soledad, ansiedad depresiva y depresión entre el grupo de participantes del estudio. Los resultados revelaron que las féminas retiradas tendieron a percibirse más solas que sus contrapartes varones (Igbokwe et al., 2022). Por otra parte, en una investigación llevada a cabo por Shin et al. (2020) se exploró el efecto moderador del apoyo social entre el retiro y la soledad. Para ello, reanalizaron datos provenientes del Estudio sobre Salud y Retiro de 2014. Así pues, analizaron datos sobre el tipo de retiro de los participantes (voluntario o involuntario), su soledad percibida y el apoyo social recibido. Los hallazgos revelaron que el retiro involuntario se asociaba con niveles más altos de soledad. Sin embargo, se comprobó que aquellas personas que se habían retirado de manera involuntaria, pero que tenían niveles altos de apoyo social (percibido), tenían sentimientos de soledad menores que aquellos que tenían niveles más endebles de apoyo social (Shin et al., 2020).

30 pontificia universidad católica de puerto rico De otra parte, resulta relevante reseñar varios estudios relacionados con las actividades de ocio y la actividad física de los retirados. En primer lugar, se destaca el estudio llevado a cabo por Sharifi et al. (2023). El estudio fue una revisión sistemática de la literatura que incluyó 27 artículos relacionados con la actividad física y el ajuste psicológico de los retirados. El análisis de los artículos reveló una aparente correlación entre la actividad física, el tiempo de ocio, y el ajuste psicológico por parte de los retirados. Las investigaciones analizadas por el estudio resaltaban que los retirados estaban implicados mayormente en actividades de recreación pasiva como leer, ver televisión y películas, pero menos involucrados en actividades físicas como deportes o algún tipo de ejercicio físico. En otro estudio Nimrod y Shrira (2016) exploraron la relación entre las actividades de ocio durante el retiro y la calidad de vida a través del tiempo. El estudio, cuantitativo y de diseño longitudinal, tuvo una muestra original de 7,875 participantes de los cuales quedaron 3,047 en el cuarto año del estudio. A los participantes se les administró un cuestionario sobre las actividades de ocio que realizaban entre las cuales se contaban las siguientes: trabajo voluntario o caritativo, participación en adiestramientos o actividades educativas, mantenerse activo en algún club deportivo, social o de otro tipo, mantenerse activo en alguna organización religiosa y participar en actividades políticas o a favor del mejoramiento de la comunidad. Se calculó un índice semanal agregado de actividad para cada participante. También se les administró la escala CASP-19 que mide la calidad de vida en cuatro dimensiones: control, autonomía, autorrealización y placer derivado (Nimrod & Shrira, 2016). Los investigadores hallaron que las personas que no llevaban a cabo actividades de ocio tenían una merma anual en sus índices de calidad de vida. En contraste, aquellos participantes que se involucraban en actividades durante su tiempo de ocio demostraban un incremento en su calidad de vida a través del tiempo. Es decir que, según estos autores, “Las diferencias en calidad de vida entre aquellos que no llevaban a cabo actividades de ocio, y aquellos con altos niveles de las mismas, aumentaba con el pasar del tiempo” (Nimrod & Shrira, 2016, p.109). Asimismo, los autores concluyen resaltando lo que denominaron la paradoja del ocio en el retiro. Esto implica que los beneficios de

31 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico las actividades de ocio en la calidad de vida aumentan con el paso del aumento en la edad, pero igualmente aumentan las limitaciones de diversa índole para disfrutar de ellas (Nimrod & Shrira, 2016). La última variable que se incluye en esta revisión bibliográfica se relaciona con el rol de las personas retiradas como cuidadores, bien de personas mayores, como de niños y adolescentes. Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos por Kalenkoski & Oumtrakool (2017) examinó cómo el tener a su cuidado a otras personas afecta el bienestar de los jubilados. Para ello, usaron los datos de la encuesta Uso del Tiempo (ATUS, American Time Use Survey) y los módulos de Bienestar (WBM, Well-being Modules) de 2010 y 2012. Los participantes respondieron algunas preguntas de una encuesta y completaron un diario de 24 horas en donde proporcionaron información sobre las actividades que realizaban al día, a qué horas y con quién. La muestra se conformó por 3,475 jubilados quienes tenían al menos 50 años y no estaban vinculados laboralmente de ninguna forma. De acuerdo con los resultados, más del 20% (f=648) de los jubilados brindaba algún tipo de cuidado. Estos cuidados fueron brindados a adultos que no formaban parte del hogar (35%), a niños (33%), a adultos que formaban parte del hogar (25%) y cuidado a más de una persona (7%). Los hallazgos revelaron que el cuidar adultos mayores que formaban parte del hogar aumentaba las puntuaciones de cansancio, dolor y tristeza y reducía las puntuaciones de felicidad, lo que también tenía repercusiones negativas en el bienestar de los jubilados. Asimismo, se halló que el cuidado de los niños aumentaba las puntuaciones de cansancio, dolor y tristeza, pero reducía las puntuaciones de estrés y las de felicidad (Kalenkoski & Oumtrakool, 2017). Los autores concluyen que, en términos generales, “[...]las responsabilidades como cuidadores afectan negativamente los niveles de bienestar general de los retirados. Por lo tanto, aquellas políticas tendientes a disminuir la carga de los retirados como cuidadores tenderían a aumentar su bienestar general” (Kalenkoski & Oumtrakool, 2017, p. 1307). En otro estudio relacionado, Grünwald et al. (2021) indagaron sobre el impacto del cuidado informal, el voluntariado y el cuidado de los nietos entre personas retiradas. El diseño del estudio longitudinal utilizó datos del Estudio de Panel de Pensionados (NIDI) de Holanda. El mismo ofrece seguimiento a los adultos mayores trabajadores en

32 pontificia universidad católica de puerto rico su transición del trabajo hacia el retiro. El estudio tuvo una muestra de 4,882 participantes y se recogieron datos de cada año por tres años entre 2015 y 2018. Se tomaron medidas mientras los individuos aún se encontraban trabajando, luego de entrar al retiro (retirarse totalmente) y en un grupo de estos durante su trabajo luego del retiro. En general, los resultados revelaron que el 33% de los participantes estaba compuesto por cuidadores informales de alguna persona, el 17% participaba de actividades de voluntariado y el 39% se involucraba en el cuido de sus nietos en el tiempo base del estudio, es decir, mientras aún se encontraba empleado a tiempo completo. Luego del retiro, estos porcientos cambiaron de la siguiente forma: el 30% continuó llevando a cabo roles de cuidador informal, mientras el grupo que se involucraba en actividades de voluntariado aumentó a 27% y el grupo a cargo del cuidado de los nietos aumentó a un 53% (Grünwald et al., 2020). Un análisis más detallado de los resultados reveló que el retirarse totalmente o el laborar luego del retiro no aumentaba significativamente las horas dedicadas a las labores de cuidado informal. En contraste, se halló que el retirarse plenamente se asociaba con un aumento en las labores de voluntariado, mientras que el laborar después del retiro no tenía ese efecto. Por último, se destacó que el retiro total, así como el laborar en un empleo puente (trabajo luego del retiro) no se asociaron con aumentos en el tiempo dedicado al cuidado de los nietos (Grünwald et al., 2020). En esta sección, se exploró la literatura periódica reciente sobre la conexión entre la soledad social y el retiro o jubilación. Así pues, se presentaron trabajos en los cuales se determinó que un segmento de las personas retiradas, particularmente las féminas, experimentan sentimientos de soledad en su etapa posretiro. Asimismo, los trabajos reseñados apuntan a que un segmento importante de las personas retiradas padecieron síntomas de ansiedad, pero particularmente de depresión en esa etapa de sus vidas. Por otro lado, se presentaron estudios que exploraban el potencial de la actividad física y otras actividades de ocio como propulsoras de una mejora de calidad de vida y bienestar general entre los retirados. También se reseñaron los efectos moderadores del apoyo social entre el retiro y los sentimientos de soledad de las personas jubiladas. Por último, se esbozaron los efectos del rol como cuidador por parte de los retirados y sus repercusiones en el bienestar general de dicha población.

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