Un acercamiento a la situación de las personas retiradas en Puerto

61 un acercamiento a la situación de las personas retiradas en puerto rico Aquí debe considerarse a Matos-Moreno et al. (2022) quienes señalan que las medidas de austeridad implantadas por varias administraciones del país para conjurar las crisis económicas y presupuestarias, lo que ha incluido la reducción de pensiones de empleados públicos así como la disminución de los gastos y servicios públicos, han aumentado la inseguridad financiera entre los adultos mayores del país, en el caso de este estudio en particular, la de los retirados (Matos-Moreno et al., 2022). Esta situación de precariedad económica durante el retiro es de tal magnitud que una tercera parte de los participantes indicó no tener ahorros, mientras que la mayoría de los participantes que indicó tener ahorros, apuntó a que los mismos les permitirían subsistir entre uno y doce meses. Estos resultados se contraponen a los hallados por Chambers et al. (2021) en Australia en los cuales se encontró que los retirados australianos poseían ahorros suficientes que servirían como un colchón de seguridad para enfrentar cualquier situación inesperada. Es importante señalar que, a pesar de percibirse en una precaria situación económica, en los resultados de la Escala sobre la Situación de los Retirados se halló que el 70.9% de los participantes indicó no haber considerado hacer una hipoteca revertida a sus residencias y el 63.5% estuvo en desacuerdo con la posibilidad de vender su casa. Estos resultados son semejantes a los hallados por Chambers et al. (2021). De manera similar, los participantes de este estudio apuntaron mayoritariamente a que la situación económica del país había afectado sus finanzas, que la pandemia provocada por el COVID-19 había empeorado su situación económica, que el dinero que recibían mensualmente por su pensión no les permitía vivir cómodamente, que poseían pocas esperanzas de que su situación económica mejorara y que desconfiaban de que el gobierno les hiciera justicia a las personas retiradas. En este punto, se deben recordar las conclusiones del estudio de Miranda Amorim et al. (2017) en las cuales se establecía que uno de los mayores predictores de la felicidad entre los retirados eran sus niveles de satisfacción con su situación económica. Por lo tanto, al examinar los resultados antes expuestos se puede especular que la situación económica de la mayoría de los retirados que formaron parte de este estudio no propende a su felicidad subjetiva.

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