Primavera otoño 2020 (Año LXIII Núms. 122-123)

horizontes@pucpr.edu Año LXIV Núm. 124-125 horizontes PRIMAVERA / OTOÑO 2021 PUCPR 100 los trabajos. Imaginamos que algún simbolismo habría y tratamos de establecer la semejanza entre los términos mujer y noche. Por un tiempo pensé en cómo podría esclarecer la relación y causalmente (no creo mucho en la casualidad), en una visita a la autora y su compañero, Reynaldo Marcos Padua, ajeno a mi inquietud, y por otros motivos, me facilitó una versión cibernética del Puerto Rico Ilustrado del 6 de enero de 1923. En la página 20 me topé con un breve artículo de J. Selgal titulado Las mujeres y las noches . Por lo menos no era el único que pensaba en una posible relación entre esos términos. En la primera oración se lee: “Las mujeres y las noches se favorecen recíprocamente como si hubieran hecho un convenio mutuo”. Luego dice: “La noche está llena de misterios y la mujer de secretos.” Con esas dos citas me di por satisfecho, pues comprobé, a mi modo de ver, la complicidad entre la noche y la mujer, así como lo de los misterios y secretos, como se ve en algunos de estos cuentos. Por lo demás, se establece un paralelo mediante el cual podrían identificarse o usarse ambos términos como sinónimos en cierto sentido. Y por supuesto, si pensamos entre el contraste entre la noche y el día y entre el hombre y la mujer, podríamos adivinar cierto simbolismo del título muy apropiado y pertinente. De modo que quedamos convencidos de que además de ser el título de uno de los cuentos resulta ser el más apropiado para el conjunto. El primer cuento, El libro de la noche , que da título al libro, tiene un epígrafe de Albert Einstein: “No sé con qué armamento se peleará la Tercera Guerra Mundial, pero seguro que la cuarta se peleará con palos y piedras”. Esa sentencia, probablemente sea la que ha originado la proliferación de historias literarias y cinematográficas que plantean el retorno de la humanidad al cavernicolismo, luego de un desastre global causado por el hombre. El cuento al que nos referimos trata el mismo motivo, aunque no es el hombre el causante del desastre. Desde la primera oración, la autora evidencia su dominio lingüístico y narrativo. Además, gratamente comprueba que cada vez escribe con mayor maestría y con una habilidad excepcional para cautivar al lector. A pesar de haberse tratado bastante el motivo al que alude Einstein, Maldonado Colón le da un giro totalmente diferente e inesperado y lo actualiza acorde a la conciencia que está imponiéndose hoy en cuanto a la importancia de la mujer en nuestra sociedad. En este cuento, se nos despejaba el sabor desesperanzador ante la falta de propuestas alentadoras de las que adolecen las obras similares. En este cuento, la multitud se reúne para decidir cómo entre todos afrontar el futuro, un hecho muy alentador. La mujer, que una vez más ha sido tratada de silenciar, protesta y exige presentar su propia propuesta, otro hecho alentador, aunque ello motiva una sangrienta lucha, que no sabemos si es la Cuarta Guerra a la que se refiere Einstein o es el preámbulo de la misma. Quienes sobreviven, tanto mujeres con sus crías como los hombres que las apoyaron tuvieron que huir, para reiniciar sus vidas. El cuento, de una estructura circular, aprovecha el asunto o motivo de la autodestrucción y reinicio de la humanidad, para demostrar cómo el empecinamiento del hombre en minimizar o ignorar a la mujer como elemento esencial de la misma, dificulta que se logre una comunidad segura e igualatoria.

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