Primavera otoño 2020 (Año LXIII Núms. 122-123)

horizontes@pucpr.edu Año LXIV Núm. 124-125 horizontes PRIMAVERA / OTOÑO 2021 PUCPR 16 no se delata, al final sabemos que es un asunto relacionado a dinero, sin que nos enteremos al detalle de la discordia, pero la insinuación nos da a sospechar la naturaleza de tal diferencia. Los personajes femeninos son seres muy independientes. El manejo de las situaciones que les afectan las convierte en seres sínicos que se adueñan de iniciativas y soluciones ante los conflictos. “Sin alegatos”, p. 135-38, nos va describiendo a cabalidad y con pormenores enjundiosos la faena sexual de una abogada que lleva la voz cantante en sus actos. Lo mismo podría decirse de Mara en “La primera experiencia”, p.139-42. Mara le dirige una carta a su profesor, a quien se le declara, luego de independizarse económicamente. Las ideologías de estas mujeres son únicas, se mueven dentro de un código propio realizando actos que las distinguen. “Nueva santa”, p. 145- 50, rompe con todos los esquemas de la santidad. Una mujer y un hombre son amigos desde la niñez. Tienen un “enlace” espiritual. Cada uno se casa, pero al seguir participando en misiones ambientalistas, políticas y feministas logran entregarse físicamente en un proceso que ellos denominan de elevación espiritual. Al ella enviudar ingresa en un convento y cobra fama por obrar milagros. Posteriormente el hombre enviuda e ingresa a una orden religiosa. Ella envejece y pierde la salud, por lo que él se vuelve su enfermero y su amante nocturno, incrementándose la fama de sus milagros. Quince años después de su muerte ella está a punto de ser beatificada. Algo similar ocurre a otra pareja en “La misión”, p.151-56. Ella es la esposa de un pastor, él es consejero vocacional de escuela superior. Comienzan a relacionarse al darles consejería a padres de estudiantes problemáticos. Se involucran inventando una misión religiosa que los lleva fuera del país en el tiempo vacacional del consejero. De ese modo sacian sus deseos y apetitos: Desde entonces, exitosamente se ha llevado a cabo su misión anual o según sea la necesidad. He disfrutado inmensamente mis vacaciones. Ella, por fin, ha saciado, todos sus deseos y curiosidades. Ambos hemos dado rienda suelta a cuanto tipo de instinto, deseo, apetito y fantasía podamos figurarnos. Todos, complacidos y, hemos recibido el mensaje y la palabra del modo más adecuado. (p. 156) Fuera de los tratamientos mencionados se encuentra “Los funerales del patriarca”, p. 169-77. Son funerales superlativos y apoteósicos comunes en relatos hispanoamericanos, testimoniando procesos comunes. Estos duran setenta días; cientos de personas fueron reclutados para contestar los mensajes de pésame, y no daban abasto; los hoteles no podían cubrir las necesidades de los participantes en las exequias y hubo que alojarlos en la República Dominicana, Haití y otras islas. Se tuvo que limpiar paredes, escaleras y altares por las masas que las utilizaron. Al final la gente queda en espera de que resucite. Estos cuentos están excelentemente logrados; presentan aspectos de la realidad que nos impregnan de asombro y placer literario. El manejo de la anécdota es acertadísimo al lograr comunicarnos un aspecto parcial de la sociedad que nos describe de forma indirecta el todo, que se puede someter a juicio pese a no presentarse la totalidad. La vida de la gran ciudad recoge aspectos que delatan vivencias dramáticas y significativas para todos los hispanos que habitan esa urbe, y los que, aunque no sean hispanos, experimentan esas vivencias. Y aunque son cuentos breves, como dijimos al principio, la brevedad no reduce la densidad de la acción, ni la complejidad sicológica.

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