Primavera otoño 2020 (Año LXIII Núms. 122-123)

horizontes@pucpr.edu Año LXIV Núm. 124-125 horizontes PRIMAVERA / OTOÑO 2021 PUCPR 85 La lista aumentaría muchísimo si añadiéramos derivados como en el caso de aceite, por ejemplo, con aceitoso, aceitar, aceitera; eso se lo dejamos al lector. Hemos decidido añadir nombres propios que es frecuente escuchar porque también forman parte de la cultura y tienen bastante eco entre nosotros. Son nombres especialmente femeninos y se consideran hermosos, aunque sus usuarios casi nunca saben el origen. Es importante que se sepa que no queremos hacer un muestrario de la etimología árabe en el léxico de Puerto Rico. Solamente mostramos los usos que nos marcan a diario y constantemente, los que son más significativos para nuestra personalidad. Tratamos de dejar las palabras con una estructura fonética bastante similar a la original. La transcripción provista no es fonética porque encontramos que no es necesario por lo cercano de esta estructura a nuestra pronunciación. Muchas de ellas se formaron de vocablos ya existentes en el románico hispánico, pero eso no las desclasifica como de origen árabe, porque nacieron dentro de esa corriente lingüística. Algunas de esas palabras tal vez no existan en el árabe actual, otras han mudado su sentido enormemente. Las encontramos en lecturas y ejercicios que inmediatamente nos llaman la atención como la palabra alkanz en: الكنز وجدوا الفرَاصِينُ , “Los piratas encontraron el tesoro ( الكنز , “alkanz en: Millar Cerdá et al, p.236), véase el número 26 abajo. Puerto Rico cuenta con miles de ciudadanos de origen árabe. En este país hay dos de las mezquitas más importantes del Caribe y parte de Centro América. Muchos de estos ciudadanos son comerciantes, importadores, profesionales de la salud, técnicos automotrices, educadores, vendedores, en empresas diversas como gasolineras, restaurantes, ferreterías y farmacias. Su importancia en la economía es vital ya que producen cientos de empleos y mueven millones de dólares al año. Constituyen un grupo selecto de ciudadanos, sin embargo, su integración a la comunidad es total. Se han integrado a la corriente general en la que casi no hay diferencia alguna entre ellos y los otros. Tal vez uno de los secretos para esta fusión esté en este origen lingüístico común que nos integra, entre muchas otras causas, por supuesto. Muestrario 1. zafra. Si hay una palabra que ha marcado gran parte de nuestra personalidad en asuntos tan importantes como la economía, la historia, la literatura y las relaciones sociales, esa ha sido la palabra zafra . Durante el siglo pasado era casi la palabra omnipresente, poética, misteriosa, que llevaba en su alma nuestro porvenir, porque de ella dependíamos. Desde bien temprano surgía en la literatura y nos cambiaba la vida. Se refiere a la época de la cosecha de la caña de azúcar. Esta última es la definición más conocida en Puerto Rico y posiblemente la única con que se le conozca. Con ella se movía la economía, la esperanza de vida y de progreso, la supervivencia. Era una palabra ligada al bienestar tanto como al malestar. En árabe se asocia a una vasija de metal usada para escurrir el aceite. También significa el femenino de amarillo, أصفر , ( asfar ), masculino, para hembra se dice: zafra , صفر , amarilla. Los frutos, como es lógico, se recogen cuando están amarillos. Ahí está el sentido de la palabra. 2. aceite. Tan afincada como la anterior, aceite, de زيت , zait, pervive y nos marca, tanto en el paladar como en otros menesteres diarios. Al carro se le echa aceite, las puertas y bisagras se aceitan y las ensaladas no funcionan sin aceitunas negras. Por su artículo, esta última se dice az zait . 3. Adiel. عديئيل . Nombre masculino; significa Justo. Entre las variantes están Adel y Addiel.

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