PUCPR | Santo Tomás de Aquino, Homilía de Inicio de curso enero 2012
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un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina; antes, por el prurito de oír,
se amontonarán maestros conforme a sus pasiones y apartarán los oídos de
la verdad para volverlos a las fábulas”. (2Tim. 4,3)
“Es fácil constatar que en los tiempos presentes deambulamos en una
tenebrosa oscuridad… La pérdida de la luz de la fe y los errores mentales
que envuelven por entero el mundo de hoy conducen a nuestro mundo
post-cristiano a la apostasía sociológica y cultural en que estamos”
Santo Tomás estaba profundamente convencido que la verdad es el bien
de la inteligencia, y nadie como él puede salvar al hombre moderno de las
tinieblas que cubren su entendimiento.
Santo Tomás amó desinteresadamente la verdad.
Queridos estudiantes y profesores, la enseñanza que podemos aprender de
Santo Tomás esta mañana, es, siguiendo las huellas de tan maravilloso
maestro, ser buscadores de la verdad, apóstoles de la verdad, defensores
de la verdad, en la seguridad de que en la verdad encontraremos la libertad.
Porque la verdad os hará libres, dijo Jesús, el Maestro de todos los tiempos.
Quiero recordaros las palabras que el Papa dirigió a los jóvenes con motivo
de la Jornada Mundial de la Paz, el 1 de enero del presente año, y que hago
mías, que vienen a rubricar las enseñanzas de Santo Tomás:
“Deseo decir con fuerza a todos, y particularmente a los jóvenes: No son
las ideologías las que salvan el mundo, sino sólo dirigir la mirada al Dios
viviente, que es nuestro creador, el garante de nuestra libertad, el garante
de lo que es realmente bueno y auténtico… mirar a Dios que es la medida de
lo que es justo y, al mismo tiempo, es el amor eterno”.
“Queridos jóvenes, vosotros sois un don precioso para la sociedad. No os
dejéis vencer por el desánimo ante las dificultades, y no os entreguéis a las
falsas soluciones que con frecuencia se presentan como el camino más fácil
para superar los problemas. No tengáis miedo de comprometeros, de hacer
frente al esfuerzo y al sacrificio, de elegir caminos que requieren fidelidad
y constancia, humildad y dedicación. Vivid con confianza vuestra juventud
y esos profundos deseos de felicidad, verdad, belleza y amor verdadero que
experimentáis. Vivid con intensidad esta etapa de vuestra vida tan rica y
llena de entusiasmo”.