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pontificia universidad católica de puerto rico
El segundo evento en la Semana de la Mujer en el cual participó
como oradora invitada la Jueza Presidenta estuvo centrado en destacar
los avances de la Rama Judicial en la atención de la desigualdad de género
en el aspecto laboral y profesional.
Sobre ese tema recordó que la Rama Judicial fue pionera en atender
el tema del discrimen por género cuando en 1995 la
Comisión Judicial
Especial para Investigar el Discrimen por Género en los Tribunales de Puerto
Rico
emitió su informe sobre las prácticas discriminatorias a las que se
enfrentaban las mujeres en los centros judiciales del País. Dicho informe
reveló que a las juezas se les reconocía un área de competencia limitada
en asuntos de familia y que aquellas que lograban una posición en la
judicatura por lo general ocupaban las posiciones más inferiores del
sistema. También demostró que las mujeres litigantes y testigos gozaban
de menos credibilidad que sus contrapartes masculinos.
“Afortunadamente, al menos dentro de la Rama Judicial,
la representación de la mujer ha mejorado mucho. Con orgullo
podemos afirmar hoy (2015) que de los 367 togados y togadas que
componen nuestro sistema judicial, 213 somos juezas y 154 son
jueces. Incluso, en nuestro Tribunal Supremo la representación
de la mujer aumentó decididamente en años recientes y hoy
cuatro de los nueve integrantes del Tribunal somos mujeres”,
reveló Fiol Matta (2015).
Por lo que, reconoció las aportaciones a la judicatura y al campo
del derecho de la primera mujer en ocupar la presidencia del Tribunal
Supremo, Miriam Naveira Merly. Sobre la jueza Naveira, Fiol Matta
(2015) expresó lo siguiente:
“La jueza Naveira Merly, una mujer cabal, mentora y amiga,
relata que su entrada en el Alto Foro fue casi como una transgresión a
un espacio vedado para la mujer. Sobre la importancia de su llegada,
la jueza Naveira Merly expresó que con ella llegó al Tribunal un
caudal de experiencias nuevas, una manera de ver las cosas distintas
a la de mis compañeros. Una manera que ellos no habían tenido la
oportunidad de escuchar ya que nunca habían compartido con una
compañera de trabajo en iguales términos... con igual poder” (Fiol
Matta, 2015).