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mujer: cinco roles en la sociedad actual puertorriqueña

la mujer en la cultura

“Los cambios culturales han modificado los roles tradicionales de varones

y mujeres, quienes buscan desarrollar nuevas actitudes y estilos de sus

respectivas identidades, potenciando todas sus dimensiones humanas

en la convivencia cotidiana, en la familia y en la sociedad,

a veces por vías equivocadas” (Aparecida, 2007).

Para la Iglesia, la inclusión de los presbíteros en la cultura, en especial

las mujeres, es uno de los desafíos que requiere atención. Es a través

de la cultura que las mujeres deben sembrar la semilla del evangelio. La

cultura representa el vehículo para transmitir el mensaje de Jesús.

Por otro lado, desde los albores de nuestra historia, las mujeres

participaron del quehacer cultural. Las mujeres taínas decoraban las

vasijas de cerámica y hacían adornos de piedras y semillas para uso

personal. Durante los siglos de la colonización española, aún dentro de las

escasas manifestaciones artísticas en esos años de privación, las mujeres

desarrollaron las técnicas de bordados y tejidos que dieron renombre a

las mujeres puertorriqueñas. Además, participaban en bailes, carreras

de caballo y fiestas religiosas que se celebraban en los pueblos y que hoy

forman parte del folklore de Puerto Rico. (Picó, 1983).

Las mujeres puertorriqueñas han hecho una abarcadora y profunda

aportación a las manifestaciones de la cultura. Aunque no siempre

sus aportaciones han sido reconocidas. Sin embargo, fueron las

mismas mujeres las que articularon, con el transcurrir de los tiempos,

los paradigmas de lo femenino y de lo feminista, contradictorios y

cambiantes, pero propios. Las primeras poetisas se cuestionaron quiénes

eran y por qué escribían. Les dedicaron versos a la patria, a la devoción

religiosa y al amor. Carmela Eulate Sanjurjo en su novela La Muñeca

(1895) retrató a distintos personajes femeninos. También lo hicieron

Ana Roqué en la novela Luz y Sombra (1903) y Luisa Capetillo en su

obra de teatro Influencias de las Ideas Modernas (1916). La mayoría

de sus personajes son sobrevivientes que reflejaban solidaridad entre

las mujeres y un cuestionamiento de las tradiciones que las asfixiaban

como seres humanos. No fueron estos personajes los que se estudiaron

en las escuelas de Puerto Rico sino, ante todo, las mujeres sufridas y