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mujer: cinco roles en la sociedad actual puertorriqueña
La jueza presidenta Fiol Matta concluyó su mensaje asegurando que
“la entrada de la mujer en la judicatura de nuestro país ha servido para
hacer justicia. Una justicia cuyo rostro no es ni masculino ni femenino;
una justicia con rostro completamente humano”.
Por otro lado, López Cabán (2016), recalcó que hasta 1985 el Tribunal
Supremo de Puerto Rico solo estuvo compuesto por hombres. Al 2016,
solo tres mujeres han presidido el máximo foro judicial de Puerto Rico.
Estas tres ilustres juristas puertorriqueñas son: Miriam Naveira Merly,
Liana Fiol Matta y Maite Oronoz Rodríguez. A su vez, la presidencia de
la jueza Fiol Matta solo duró 19 meses. Mientras Naveira Merly presidió
por 7 meses. Para la jueza Anabel Rodríguez Rodríguez:
“Las mujeres tenemos mucho que aportar a los procesos de
adjudicación y traemos perspectivas distintas para interpretar
hechos, controversias y realidades que históricamente solo han sido
interpretadas por hombres. Cuando la decisión de una corte refleja
el sentir de las mujeres, la ciudadanía puede tener certeza de que esa
corte ha tomado en cuenta las implicaciones de esa determinación
sobre un sector más amplio de la sociedad”.
Para López Cabán (2016) en los tribunales de inferior jerarquía
predominan las mujeres. Así, los tribunales municipales están
compuestos por 62% de juezas. Mientras, el 55% de los jueces del
tribunal Apelativo son mujeres y el 59% de las juezas se encuentra en los
tribunales superiores.
la mujer en la política
De igual forma, la mujer ha luchado por sus derechos. Sin embargo,
en el momento del triunfo, a la mujer no siempre se le ha reconocido el
disfrute de los derechos adquiridos. Al 2016, la mujer puertorriqueña
ejerce algunos de sus derechos. Entre los que se destacan: estudiar
una profesión a tono con su talento y temperamento; recibir igual paga
por igual trabajo; participar activamente en los deportes, como tenis,
baloncesto, pista y campo; ocupar puestos directivos en el mundo de las
finanzas; postularse a puestos públicos y votar en las elecciones generales,
entre otros.