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pontificia universidad católica de puerto rico
laboral, emulen a María, la Madre de Dios. Por lo que aconseja a las
profesionales a observarlo todo, a encontrar remedios y caminos, dar
instrucciones necesarias, de forma silenciosa, sin hacerse notar.
“Que este sea el modelo de la mujer en la vida profesional.
Que allí donde se encuentre, cumpla en silencio y en obediencia su
servicio, sin pretender para sí la atención o el reconocimiento, y que
igualmente considere con mirada atenta las situaciones, descubra
dónde hay una deficiencia, dónde alguien necesita ayuda y actúe en
lo posible sin hacerse notar arreglando todo cuanto esté en su mano.
Entonces, como un buen espíritu, difundirá la bendición”.
la función de la mujer en la familia
La mujer, la madre, la hermana, la amada, la esposa que, ni de la sociedad
ni del hogar, no del ejemplo social, no tampoco de lo doméstico, recibe otras
doctrinas que las contrarias a la verdad natural y a la concreta, no puede
tener inteligencia enemiga del error (Ricardo, 2011).
La mujer es la encargada de cuidar a los niños en el hogar, en especial
a los menores, pero sin olvidar su legítima promoción social. A su vez,
la familia constituye “escuela de la fe, palestra de valores humanos y
cívicos, hogar donde la vida humana nace” (Concilio Vaticano II, 1965).
Por lo que, la Iglesia exhorta al Estado a apoyar a las madres que quieran
dedicarse solamente a la educación de los hijos y al servicio de la familia,
y que el rol de madre sea fundamental para el desarrollo de la sociedad
(Aparecida, 2007). Por otro lado, el amor de Dios “es presentado como el
amor de una madre” (san Juan Pablo II, 1988).
En realidad, la estructura familiar está regida por las disposiciones
legales contenidas en los códigos civiles, cuyo origen se remonta al
Código Napoleónico. En ellos se instituye y admite solamente a la familia
nuclear, constituida por la pareja y su prole, y se definen los derechos y
deberes de los cónyuges entre sí y las relaciones con los hijos, los derechos
de propiedad y sucesorios, la disolución del matrimonio, entre otros.
No obstante, las normas jurídicas contenidas en nuestros códigos
civiles y en la legislación establecían el ideal o patrón normativo de la
mujer. Entre ellas se destacan las siguientes: