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mujer: cinco roles en la sociedad actual puertorriqueña
trabajo y la posibilidad individual de prever la propia organización del
trabajo. Las mujeres están acostumbradas a gestionar y a realizar un
trabajo en casa que esmuy complejo y flexible, flexibilidad entendida como
la disponibilidad permanente, sin horarios, hacia los otros miembros de
la familia. La mujer organiza su tiempo de trabajo y ocio tomando en
consideración, no solo las exigencias de sus propios horarios laborales,
sino también las pautas de actividad (trabajo, estudios, descanso, ocio)
del resto de los miembros familiares, básicamente de las hijas e hijos
menores, pero no solo de ellos. A su vez, la mujer organiza el tiempo
cambiante de acuerdo con el ciclo de vida: nacimiento de su primer hijo
o hija, número y edad de las hijas o hijos menores, personas mayores que
estén enfermas viviendo en el hogar familiar. Todas estas situaciones
condicionan de manera muy distinta la organización del tiempo de las
mujeres.
El objetivo de reorganización de tiempos y espacios requiere
medidas a más corto plazo que vayan creando condiciones favorables para
conseguirlo. Teniendo en cuenta que las mujeres, como grupo humano,
han sido la mayor fuerza de cambio en las últimas décadas, se deberían
elaborar y aplicar políticas públicas que incidan fundamentalmente en
determinados aspectos: desarrollo de ayudas y/o servicios públicos de
cuidados, fortalecimiento del mercado laboral femenino y definición más
precisa de las prestaciones del Estado del bienestar como derechos de
ciudadanía. Esto significaría mayor independencia económica y mayores
posibilidades de autonomía y toma de decisiones para las mujeres, es
decir, estar en mejores condiciones para negociar las responsabilidades
familiares y de cuidados (Carrasco, 1999).
La relación entre el trabajo doméstico, la reproducción de la fuerza
de trabajo y el beneficio que obtiene el capital llevó a plantear el aspecto
de la socialización del trabajo doméstico: tanto si se acepta o no se
acepta el carácter esencial de dicho trabajo doméstico. Es, por tanto,
indiscutible que a lo largo del tiempo se haya ido desarrollando un proceso
de transferencia de ciertos valores de uso, producidos originalmente
bajo relaciones domésticas, a la producción socializada bajo relaciones
capitalistas. A pesar de todo esto, fue útil al colocar en la agenda el estudio
de la posición de las mujeres como amas de casa y el papel del trabajo
doméstico en la reproducción del sistema social. Seguramente el legado
más importante de la polémica fueron las vías de análisis abiertas. Esto