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pontificia universidad católica de puerto rico
permitió abordar aspectos que iban más allá de un análisis netamente
económico del trabajo doméstico, en el que las categorías marxistas se
mostrarían insuficientes.
Aunque el paradigma dominante en economía no se ha hecho eco de
estas nuevas elaboraciones teóricas, participan de la crítica del concepto.
El rechazo a la referencia negando la existencia de otros tipos de trabajos,
fundamentalmente el trabajo doméstico realizado mayoritariamente
por las mujeres, imposibilita el desarrollo de enfoques más globales.
Se considera la sociedad como un todo. Se analizan las estrechas
interrelaciones entre la actividad familiar y el trabajo de mercado en el
proceso de reproducción social.
Con antecedentes más lejanos, no es hasta los años setenta que
se aborda la problemática de medir y valorar el trabajo doméstico. La
discusión se centra en tres aspectos: qué tareas deben ser consideradas
trabajo doméstico, cómo medirlas y cómo valorarlas.
Respecto del primer tema, los intentos van por terrenos menos
ambiciosos, menos teóricos, pero más precisos, que en el debate: interesa
una definición que permita determinar el campo de actividades que deben
incluirse como producción doméstica. Después de diversas discusiones se
adopta por consenso el llamado “criterio de la tercera persona”. Por lo que,
se considera trabajo doméstico aquella actividad que pueda ser realizada
por una persona distinta de la que se beneficiará de su servicio. Es decir,
que pueda ser intercambiada. El segundo aspecto, el de la mediación ha
sido ampliamente desarrollado en su vertiente más empírica sobre los
usos del tiempo que desagregan las diversas actividades que tengan lugar
en la familia. Aún existen problemas con mala solución, particularmente
el de la producción conjunta, característica muy propia del trabajo de las
mujeres. Por último, una vez medido el número de horas dedicadas al
trabajo doméstico: ¿Cómo se valora ese tiempo que no se utiliza en la
producción mercantil? Los métodos de valoración del trabajo doméstico
más extendidos son los llamados “referidos a los inputs”, que toman
como referente alguna tasa salarial.
A su vez, surgen así nuevos conceptos y nuevas dimensiones de
esta actividad: el trabajo doméstico. Se amplía a trabajo familiar que
incluye el trabajo de mediación, realizado fuera del espacio familiar,