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pontificia universidad católica de puerto rico
los niños –escuela, atención médica, recreaciones– y cumplía con las
tareas de esposa como complemento del marido. Eran las compradoras
por excelencia de los bienes de consumo inmediato. El gran margen de
tiempo libre disponible no las inducía a ocuparlo en tareas productivas
o a inscribirse en formas de participación social, salvo las anotadas en el
caso de las mujeres de clase alta. Las mujeres pertenecientes a clase alta
dedicaban su tiempo libre para realizar obras de beneficencia, consumo
de espectáculos y, en casos muy excepcionales, al desarrollo de alguna
actividad artística.
A su vez, la mujer ama de casa de los sectores bajos se encontraba
en proceso de movilidad social. Así que aspiraba al estilo de vida de
los sectores más altos pero tenía menos ventajas en los beneficios de
la sociedad. Era de mediana educación, con gran apego a la ideología
del consumo haciendo verdaderos “malabarismos” para sobrevivir con
dignidad. En tiempos de inflación fueron las mujeres más afectadas. Eran
influidas por los medios de comunicación especialmente la televisión y
la radio. Vivían en el hogar administrando los exiguos presupuestos de
manera que rindieranmás y que dieran la apariencia de lo que se quería ser
y no se podía. Aprovechaban la mano de obra empleando a otras mujeres
para el servicio doméstico, a las que retribuían mal y exigían como si
estuvieran bien pagadas. La compulsión por el consumo las obligaba a
estar incurriendo en deudas por créditos, con las que adquirían aparatos
electrodomésticos, automóviles, vivienda, muebles, ropa, entre otros.
De estos bienes comprados con verdadero sacrificio se transformaban
en celosas guardianas. A la propiedad sobre ellos la transformaban en
propiedad sobre los bienes de producción. Esto último sumado a la
identificación con los sectores más altos y el desprecio por los que están
más abajo, las hacía importantes defensoras del “estatus quo”, con poco
o nada que perder. La participación en asociaciones comunitarias era
escasa y no hacían obras de beneficencia porque no disponían de los
medios para hacerlo. Eran mujeres que preferían vajilla de plástico que
imitara porcelana.
Por otro lado, desde que la mujer salió a trabajar fuera del hogar
han aumentado sus tensiones y su salud, tanto física como mental, se
ha visto quebrantada. Según informes estadísticos del Departamento de
Salud (2014) aparecen como primeras causas de muerte de las mujeres
en Puerto Rico: las enfermedades del corazón, cáncer, enfermedades