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pontificia universidad católica de puerto rico
de quién lo hacemos. Al igual que para los gestores de nuestro proceso
constituyente, no podemos olvidar que “El orden social y su progreso
deben subordinarse al bien de las personas y no al contrario” (GS 26, 3).
Este orden tiene por base la verdad, se edifica en la justicia y es vivificado
por el amor. (CCC 1912) Por eso para nosotros como individuos, como
abogados presentes y del futuro, y como institución entender, reflexionar,
proponer y enfrentar estos desafíos es un imperativo no solo profesional
y académico, sino también un deber moral.
Estoy seguro de que la lectura de este ensayo y los materiales que lo
acompañan servirán no solo como material formativo y educativo, sino,
más importante aún, como reflexión. La gesta de las personas que se
reseñan en este escrito deben ser conocidas, pero sobre todo emuladas
Lcdo. José A. Frontera Agenjo