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la convocatoria de una semilla:
fundamentos y dinámicas del desarrollo constitucional de puerto rico
por él. Ante la crisis, Muñoz Marín propuso para gobernador, además
de a Piñero, el nombre de Esteban (Chilo) Bird, profesor de Economía y
vicepresidente del Banco de Ponce. El Presidente no consideró aceptable
esa nueva opción.
El Partido Demócrata mantuvo su oposición al nombramiento de Piñero
comogobernador ypropusonuevos candidatos al Presidente. Recomendó,
como última alternativa, el nombramiento del puertorriqueño juez
Martín Travieso. Por su parte, el Departamento del Interior entendía
que había una situación de fuerzas difícil de resolver y sugirió buscar
candidatos no recomendados. Consideraron al juez asociado del
Tribunal Supremo de Puerto Rico Cecil Snyder para ser designado como
gobernador. El juez Snyder había sido el fiscal federal que procesó a don
Pedro Albizu Campos en 1936. Era amigo de don Luis Muñoz Marín y
de su programa de gobierno. Luego, este lo nombró juez presidente del
Tribunal Supremo de Puerto Rico en 1953.
161
El 10 de julio de 1946, a las 11:00 A.M., el presidente Truman le
ofreció el puesto de gobernador a Dillon S. Myer, quien trabajaba en el
Departamento del Interior a cargo de la «War Rellocation Authority», es
decir, la agencia que administraba los campamentos de concentración de
japoneses americanos que se establecieron en la Segunda Guerra Mundial
en la costa oeste de Estados Unidos. El señor Myer declinó la nominación
días después.
El gobernador Tugwell enfatizó su respaldo a Piñero, y la prensa le
cuestionó al Presidente sobre el tema ante la vacante inminente del
puesto de gobernador. Tugwell le escribió al secretario del Departamento
del Interior, Julius Krug, quien originalmente se había opuesto a Piñero,
y le recomendó una vez más al comisionado residente Piñero. Expresó lo
siguiente:
I don’t know if you have had a chance to size up his qualities, but he is very
steady and determined, not easily influenced where matters of principle are
involved and I am sure he will put up a stiff kind of resistance to political
pressures, which of course, is the great danger in having a Puerto Rican as
governor. Besides, I think the fact of his having been elected for the second
most important position in Puerto Rico by the people is, at present time, no
161 Luis Rafael Rivera,
Cecil Snyder: entre Muñoz y Albizu
, Jurídica Editores, San Juan (2011).