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pontificia universidad católica de puerto rico

conservadoras de Estados Unidos y las de Puerto Rico. Él, como

gobernador, y Muñoz, como líder legislativo, cambiaron para siempre

la Isla. Las medidas sociales de salud, educación, reforma agraria,

empleos y alcantarillados comenzaron a dar frutos. Las elecciones de

1944 atestiguaron un copo electoral de 64 %, el cual le dio un mandato al

liderato popular y a su gobernante amigo.

155

La Segunda Guerra Mundial, que comenzó en Europa el 1

º

de septiembre

de 1939, fue el contexto de esa gran transformación. Estados Unidos

entró en el conflicto el 7 de diciembre de 1941, que terminó el 3 de

septiembre de 1945. El liderato político puertorriqueño, a diferencia

del de la India, acordó posponer sus reclamos políticos hasta después de

finalizada la guerra.

Es menester señalar que las guerras tienen consecuencias más allá de las

del frente de batalla. La participación de soldados puertorriqueños y la

toma de conciencia del liderato metropolitano sobre la importancia de la

lucha de lealtades e ideas de los pueblos bajo su tutela produjeron grandes

cambios. La declaración del presidente Franklin D. Roosevelt y del primer

ministro inglés Winston Churchill, conocida como

Carta del Atlántico de

1941

, prometía un gobierno democrático a los pueblos coloniales. Esa

declaración sería norte y esperanza del liderato puertorriqueño. En

su punto tercero expresaba, refiriéndose a Estados Unidos y al Reino

Unido: «Third: they respect the right of all peoples to choose the form of

government under which they live, and they wish to see sovereign rights

and self-government restored to those who have been forcibly deprived

of them».

156

jesús t. piñero, primer gobernador puertorriqueño

Al entrar en el año final de la SegundaGuerraMundial, murió el presidente

Roosevelt el 12 de abril de 1945, y el vicepresidente Harry S. Truman se

convirtió en el nuevo dirigente norteamericano. Desde sus comienzos

Truman deseaba designar a un puertorriqueño como gobernador de la

Isla tan pronto terminase la guerra.

155 José Trías Monge,

Historia constitucional de Puerto Rico, Tomo II

,

supra

, pp. 276-279; Fernando Bayrón Toro,

Elecciones y partidos políticos en Puerto Rico (1809-2000)

, Editorial Isla, Mayagüez (2000), pp. 202-205.

156 Winston S. Churchill,

Memoirs of the Second World War

, Houghton Mifflin, Co., Boston (1959), p. 491.