Table of Contents Table of Contents
Previous Page  56 / 140 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 56 / 140 Next Page
Page Background

56

pontificia universidad católica de puerto rico

ser físicamente menos agresivas, aunque canalicen estos

sentimientos verbalmente.

6. Las mujeres se preocupan más. Tienen preocupaciones más

intensas, porque perciben mayor riesgo en ciertas situaciones lo

que les genera más ansiedad.

7. La mujer entiende mejor el lenguaje no verbal. Según los

psicólogos, las mujeres suelen ser mejores para interpretar la

información del lenguaje no verbal. Probablemente la intuición

se apoya en la interpretación de estos mensajes y ayuda a las

mujeres a ser más empáticas.

8. La mujer toma menos decisiones arriesgadas. Otra de las

curiosidades de la psicología de la mujer es que ellas no toman

tantas decisiones arriesgadas en comparación con los hombres.

9. Las mujeres hablan de sus sentimientos. Según la psicóloga

Elaine D. Eaker, que realizó un estudio de las discusiones

matrimoniales, descubrió que muchos hombres se guardan sus

sentimientos, llamándose al silencio y abandonan la discusión.

Mientras que las mujeres expresan más lo que sienten e insisten

en la discusión mencionando las cosas que les gustaría cambiar.

10. Las mujeres tienen mejor memoria. Según un estudio llevado a

cabo por la

Universidad de Cambridge

, las mujeres tienen mejor

capacidad que los hombres para memorizar información. La

investigación se realizó con la colaboración de 4,500 personas

de entre 49 y 90 años de edad. El hecho de que las mujeres

tengan una memoria más eficiente puede explicar por qué

recuerdan tan perfectamente los cumpleaños de toda la familia,

los aniversarios y dónde quedaron las llaves del auto.

mujer trabajadora: líder y protagonista del mundo

laboral fuera del hogar

“Una sociedad o estamento, público o privado, que prescinda de la mujer,

está perdiendo uno de los principales valores de la humanidad. Su presencia

es necesaria en todos los sectores profesionales, precisamente para evitar

la cosificación. La presencia del factor femenino es imprescindible, no solo

en virtud de la complementariedad, sino en cuanto que solo los dos unidos

reproducen la auténtica imagen de Dios y cumplen con

Su voluntad” (Pérez & Sancho, 1998).