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viva la universidad | carta a sarita
lcdo. héctor luis acevedo
y a la autonomía universitaria. De ese modo, se reconoce
la búsqueda de la verdad y su discusión como un quehacer
propio que requiere libertad en su gestión para poder cumplir
su propósito.
La libertad de cátedra fue quizás una de las primeras
modalidades de la libertad de expresión y de lo que
hoy conocemos como convivencia democrática. Como
sabiamente nos expresa don José Echevarría, la diferencia
hacia la diferencia es consustancial con la universidad.
La misión universitaria se deriva de sus raíces y de su
desarrollo. Su propio término se descompone en
unus y
vértere
; la tarea propia, nos dice don Pepe, “de recoger en
unidad los saberes varios. (La Universidad)… es el lugar
privilegiado en que pueden dialogar significativamente un
biólogo con un historiador, un literato con un sociólogo, un
filósofo con un jurista”.
Por ello la razón y misión primera de la Universidad es la
transmisiónde la cultura. Es conocimiento del desarrollo de la
humanidad en el mundo de las ideas y sus grandes misterios,
sus grandes descubrimientos e inventos y de sus relaciones
en las ciencias naturales y sociales. Cultura universitaria
es participar de ese devenir de hechos y pensamientos para
ubicarse en el camino propio de cada cual.
Iníciate en el conocimiento de los clásicos de la historia. Las
ciencias y la literatura te darán un sentido de proporción
que te ayudará en la búsqueda de tu camino. Esa misión de
desarrollar el gusto por la cultura es, diría Ortega y Gasset, la
misión radical e insustituible de la universidad.
Buscando cultura crecemos por dentro. Hay que conocer algo
de todo y a la vez buscar y encontrar un campo de afinidad en
el que tu ser se identifique y no necesite que nadie lo envíe a
estudiar. En ese campo, sentirás que no sólo puedes recibir
mucho, sino que eres un estudiante entusiasmado, que corre
por cuenta propia y que siente en su intimidad la posibilidad