homilía misa actos de juramentación y toma de posesión del hon. alejandro garcía padilla
como el décimo gobernador del estado libre asociado de puerto rico
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verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado y
de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue
hecho, como confesamos en el Credo.
3. Un Obispo que predicó a los padres conciliares del
Concilio de Éfeso, les dijo en su homilía: “No le
privemos a la Virgen, Madre de Dios, del honor que
le confirió el misterio de la encarnación. ¿No es
absurdo, oh queridos, glorificar, junto con los altares de
Cristo, a la cruz ignominiosa que le sostiene y hacerla
resplandecer en el rostro a la Iglesia, y privar después
del honor de ser Madre de Dios a aquella que en vistas
a tan gran beneficio, amparó la divinidad.”
(Cfr. Raniero
Cantalamessa, Echad las Redes, Ciclo B. pp 64-65)
.
4. Decía a su vez San Ireneo, que si no se entiende el
nacimiento de Dios desde María no se puede entender
la Eucaristía.
(Ibid. P 64)
El vientre maternal de la
Virgen María sirvió de laboratorio en que se realizó la
unión de Dios y del hombre. En aquella navidad, nació
Dios, nació de María, ella es la madre del Señor, es la
Madre del Dios encarnado.
5. También hoy, a propósito del Año Nuevo, el Santo
Padre nos ofrece, en ocasión de la cuadragésima sexta
( XLVI) Jornada Mundial por la Paz, su mensaje:
“Bienaventurados los que trabajan por la Paz”. Cada
nuevo año, se entiende que es momento de un nuevo
comenzar, de nuevas resoluciones, de nuevas esperanzas
y deseos de un mundo mejor. Es desde esa perspectiva
que Benedicto XVI, ora a Dios por la paz y nos brinda
una reflexión sobre la paz, en qué consiste la misma, la
función de los cristianos en ser instrumentos de paz.
6. También en esta misma perspectiva de forjar un mejor
Puerto Rico, y mejores condiciones de vida, salud,
seguridad, empleo es que iniciamos el año nuevo 2013
con un nuevo gobierno que comienza a gobernar en
Puerto Rico, desde la Fortaleza, con la juramentación
mañana del nuevo gobernador, el Hon. Alejandro
García Padilla.
7. Lo nuevo, para ser verdaderamente nuevo, se tiene que
distinguir de lo anterior, de lo que lo precede; tiene que
ser algo distinto, novedoso. Lo verdaderamente nuevo